El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) asignó fondos adicionales, para ayudar a más de 145 países de bajos y medianos ingresos, a frenar la interrupción de la educación de los niños ante la pandemia del COVID-19.
Esta inversión, detalló la organización mediante un comunicado, permitirá a los países preparar programas de aprendizaje alternativos en caso de cierre de escuelas, y ayudará a las instituciones educativas a mantener seguros a los niños y sus comunidades.
Esto, mediante la propagación de la información vital sobre el lavado de manos y otras prácticas de higiene. Además, el fondo ayudará a apoyar la salud mental de los menores, y a contrarrestar el estigma y discriminación al evitar en los estudiantes estereotipos en torno al virus.
La Unicef subrayó que gran parte del aumento en este fondo será proporcionado por la Coalición Mundial para la Educación COVID-19, lanzada en días pasados por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Dicha colación fue creada debido a que, de acuerdo con la organización, 87 por ciento de la población estudiantil mundial se encuentra afectada por el cierre de escuelas ante la pandemia del coronavirus.
Estas acciones, añadió, “buscan ayudar a los países a ampliar las mejores soluciones de aprendizaje a distancia, y llegar a los niños y jóvenes que corren mayor riesgo”.