La Habana, 12 abr (Prensa Latina) Organizaciones, movimientos y redes de América Latina y el Caribe denunciaron hoy el impacto de las políticas neoliberales en los países de la región en medio de la problématica sanitaria generada por la Covid-19 y la crisis económica global.
En una declaratoria, líderes sociales, ambientalistas, ecologistas y centros de investigaciones y derecho del área rechazaron el actuar del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), que sostendrán una reunión entre el 14 y el 17 de este mes, «para analizar y salvaguardar su rol de promotores del capitalismo».
Los firmantes exigieron a los gobiernos de Latinoamérica adoptar nuevas posturas frente a la grave situación generada por la pandemia y no aceptar las recetas de siempre de estas instituciones financieras internacionales.
Igualmente, demandaron la suspensión y el pago de la deuda externa, al considerar de criminal que se escatimen fondos a la salud y los derechos de los pueblos, por pagar las obligaciones con el FMI y el BM.
«Es inaceptable que parte de estos recursos se destinen para el equipamiento de unidades de control policiales y ejércitos de nuestros países», condenaron.
Asimismo, en el documento llamaron al FMI y al BM a reconcoer su responsabilidad en la emergencia mundial y anular sus reclamos como prestadores, al tiempo que exigieron»reparaciones, no más deudas».
Los autores del texto piden no al cobro y la privatización de los servicios básicos como el agua, la luz, la salud y la educación.
Convocaron al fortalecimiento de la unidad y la integración regional, a partir del principio de que los bienes comunes de América Latina y el Caribe sean tratados como patrimonio de los pueblos y no mercancías e instrumentos de saqueo histórico para la reproducción del capital global.
La declaratoria firmada por el Comité Ejecutivo Regional de la Asamblea de los Pueblos del Caribe y por representantes de Puerto Rico, República Dominicana, Haití, Trinidad y Tobago, El Salvador, Nicaragua, Perú y Brasil ratificó la negativa a la explotación de los recursos por parte del FMI y el BM, consciente de que otros caminos son posibles hacia la construcción del porvenir.