Londres, 16 abr (Prensa Latina) El Reino Unido superó hoy la cota de los 100 mil casos positivos a la Covid-19, mientras que las muertes asociadas a la enfermedad ascendieron a 13 mil 729, tras confirmarse otras 861 defunciones en las últimas horas.
De acuerdo con el reporte diario del Departamento de Salud y Atención Social, la víspera se hicieron 18 mil 665 pruebas del nuevo coronavirus, de las cuales cuatro mil 167 arrojaron un resultado positivo, para un total de 103 mil 93 contagios desde que comenzó la pandemia.
La cifra de víctimas mortales podría ser, sin embargo, hasta un 15 por ciento más alta, pues solo reflejan los fallecimientos ocurridos en los hospitales, y no incluyen los registrados en hogares de ancianos, centros asistenciales y domicilios particulares.
El macabro informe oficial llega en momentos en que el gobierno se prepara para anunciar una prolongación de la cuarentena decretada el 23 de marzo pasado por el primer ministro Boris Johnson, quien se encuentra temporalmente alejado del cargo tras ser afectado por la enfermedad.
Según adelantó esta mañana el ministro de Salud, Matt Hancock, aún es demasiado pronto para suavizar las medidas de distanciamiento social.
Aunque estamos viendo que la curva de muertes y de contagios se aplana, aún no baja, incluso creo que todavía está alta, explicó el funcionario, en declaraciones a la cadena BBC.
El epidemiólogo británico Neil Ferguson, cuyas catastróficas predicciones hicieron cambiar la estrategia del gobierno ante la Covid-19, opinó, por su parte, que se deben mantener ciertas reglas de distanciamiento social hasta que se encuentre una vacuna contra el nuevo coronavirus.
Tendremos que mantener cierto nivel de distanciamiento social, un nivel significativo de distanciamiento social, probablemente de forma indefinida, hasta que dispongamos de una vacuna, aseveró el experto, en declaraciones a la emisora Radio 4.
Según Ferguson, profesor del Colegio Imperial de Londres, el gobierno deberá incrementar las pruebas de laboratorio, y buscar la manera de rastrear los casos positivos entre la población y los contactos que tuvieron los contagiados, antes de levantar el confinamiento de forma definitiva.