Bogotá, 30 abr (Prensa Latina) Varias voces condenan hoy en Colombia el asesinato del líder social Álvaro Narváez y de su familia en el departamento del Cauca (oeste), uno de los más violentos del país.
Narváez, su esposa, uno de sus hijos y su nieta, fueron asesinados por hombres armados mientras se encontraban en su finca, reportaron medios locales de prensa.
No hay cuarentena para la matanza. Mataron a una familia. Llora y se desangra mi Cauca, todos los días muertos aquí y allá, la gente se acuesta pensando si un mañana existe. Tiros y metrallas más letales que el coronavirus. Solos y a merced de la muerte, la triste realidad, expresó el senador Feliciano Valencia.
Condeno masacre perpetrada en (municipio) Mercaderes, Cauca, en la que fueron asesinados el presidente de la Junta de Acción Comunal y tres integrantes de su familia, manifestó el senador Iván Cepeda.
En dicho contexto, el vocero de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Rupert Colville, expresó recientemente su preocupación por la violencia contra defensores de derechos humanos y exguerrilleros en ese departamento.
Estamos profundamente preocupados por la situación en el departamento del Cauca, donde, según la información recibida, por los menos 13 defensores de derechos humanos han sido asesinados en lo que va del año, dijo.
Un número creciente de actores armados y grupos criminales luchan por el control de economías ilegales y estarían detrás de la mayoría de estos ataques que han aumentado en los últimos meses, subrayó.
La pandemia de Covid-19 y las restricciones impuestas por el gobierno y las comunidades para evitar la difusión del virus (SARS-CoV-2, causante de la enfermedad) parecen haber agravado esta situación pre-existente de violencia y volatilidad, puntualizó el funcionario.
simismo, dijo que grupos armados y grupos criminales parecen estar aprovechando el aislamiento de las personas para ampliar su presencia y control sobre el territorio.
Adicionalmente a lo que parecen homicidios selectivos de defensores y líderes sociales, diariamente, nuestra oficina ha recibido información sobre amenazas contra la población local, incluyendo comunidades campesinas, indígenas y afrodescendientes que están asegurando el confinamiento e implementando estrategias preventivas para que estas sean cumplidas, agregó.
En algunas zonas del Cauca, enfrentamientos entre fuerzas militares y grupos armados y criminales se han intensificado, inclusive en territorios indígenas. La población civil ha quedado en medio del fuego cruzado, lo que ha provocado también la muerte de un niño indígena en Toribio y el desplazamiento forzado de comunidades en la zona rural de Argelia y el Tambo, puntualizó.