Durante el mes de abril se perdieron en la economía mexicana 555 mil 247 empleos formales, lo que significó el peor resultado para cualquier mes al menos desde 1997, “como consecuencia de los efectos derivados de la emergencia sanitaria”.
Carlos González Martínez, subdirector de Estudios Económicos de Scotiabank, estimó que con ello para 2020 se perderán entre uno y dos millones de empleos formales y habrá una tasa de desocupación de hasta 8 por ciento.
Advirtió en un reporte que el propio vigor que mantiene la dinámica salarial podría inhibir la recuperación de las contrataciones, una vez que comience a normalizarse la actividad económica del país.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la pérdida de plazas laborales acumulada de enero a abril afectó a 493 mil 746 trabajadores, lo que también significó el mayor retroceso para un primer cuatrimestre.
En su medición anual, la cancelación de plazas también fue de las peores en 23 años, con una disminución de 451 mil 231 fuentes laborales.
Así, la tasa de crecimiento anual en la creación de empleo pasó de un aumento de 0.7 por ciento a una caída de 2.2 por ciento, una tasa negativa que no se veía desde 2009.
El reporte del IMSS precisa que el registro de trabajadores afiliados sumó 19 millones 927 mil 696 de puestos de trabajo al 30 de abril, debajo de los 20 millones por primera ocasión desde mediados de 2018.
Por sectores, la caída anual del empleo golpeó más al de la construcción con un recorte de 15 por ciento del personal, extractivo con un despido de 5.5 por ciento, servicios para empresas con 4.2 por ciento, transformación 2.6 por ciento y eléctrico de 0.6 por ciento.