Naciones Unidas, 14 may (Prensa Latina) El enviado especial de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, informó hoy que si bien hay progresos en las negociaciones en ese país, persisten las diferencias sobre las medidas humanitarias y económicas.
Según dijo por medio de una video conferencia en el Consejo de Seguridad de la ONU, se avanza en los acuerdos entre el Gobierno y los rebeldes hutíes, sobre todo, en lo referido al alto el fuego.
Pero el cese el fuego es parte de un paquete más amplio, que debe acordarse en su totalidad en aras de avanzar hacia la reanudación urgente del proceso político, recalcó.
Griffiths también expresó su profunda preocupación debido a la situación en el sur del territorio, donde teme que se esté gestando una «tormenta» mientras las personas en Adén enfrentan el brote de la Covid-19 y otras enfermedades como malaria, cólera y dengue.
En ese sentido, el coordinador adjunto de ayuda de emergencia de la ONU, Ramesh Rajasingham, indicó al Consejo de Seguridad que ya hay confirmados 72 casos positivos a la Covid-19 en Yemen y 13 personas murieron debido a esa enfermedad.
Más del 85 por ciento de los casos confirmados se registraron en los últimos 10 días, y las agencias humanitarias advierten que ya debe existir transmisión comunitaria en todo Yemen.
Los informes oficiales están a la zaga de las infecciones reales, tal como sucede en muchos otros lugares, apuntó Rajasingham.
De acuerdo con reportes de ONU, más de cinco años de guerra han degradado severamente la infraestructura de salud de esa nación, agotado el sistema inmunológico de las personas y aumentado las vulnerabilidades de todos allí.
Equipos del organismo multilateral trabajan con las partes interesadas para tomar precauciones dirigidas a reducir el riesgo de contraer el nuevo coronavirus, en tanto prosigue la asistencia para salvar vidas. Pero el financiamiento de las operaciones de ayuda se agota.
Yemen padece una de las más largas crisis humanitarias del mundo debido, en gran medida, al conflicto que enfrenta a tropas gubernamentales con rebeldes hutíes.
La crisis escaló en 2015 con el comienzo de bombardeos de una coalición anti insurgente liderada por Arabia Saudita.