Washington, 2 jun (Prensa Latina) Autopsias constatan homicidio en el caso del afroamericano George Floyd y ponen hoy en evidencia la versión de las autoridades, en medio de un conflicto racial que desató olas de protestas en una veintena de ciudades de Estados Unidos.
Floyd falleció por «un homicidio causado por asfixia debido a compresión de cuello y espalda», subraya una autopsia independiente encargada por la familia del difunto.
En una revisión de un primer informe, la autopsia oficial del forense del condado de Hennepin también habla de homicidio.
Estuvo propiciado «por un paro cardiopulmonar complicado por la fuerte contención y compresión del cuello», refiere, pero matiza que Floyd sufría una enfermedad cardiaca y había tomado meta anfetamina previamente.
El policía Dereck Chauvin, ahora detenido, estuvo casi nueve minutos presionando con su rodilla la garganta de la víctima; en los últimos tres minutos y medio, el detenido estuvo inconsciente.
«No sólo fue la rodilla en el cuello de George la causa de la muerte, sino que también lo fue el peso de los otros dos policías en su espalda, lo que impidió el flujo de sangre hacia su cerebro y el flujo de aire», señaló el abogado de la familia, en la que es una diferencia respecto al análisis oficial.
Este análisis, realizado por la doctora Allecia Wilson de la Universidad de Michigan y el doctor Michael Baden, antiguo forense jefe en la ciudad de Nueva York, entraba en contradicción con la primera provisional oficial.
El dictamen aseguró que no habían hallado pruebas para sustentar la hipótesis de que Floyd falleciera «por una asfixia traumática o estrangulamiento».
Ahora, el informe de Wilson y Baden destaca que Floyd tenía abrasiones «en el ojo izquierdo y en la mejilla como consecuencia de la presión sobre el asfalto».
Dicho elemento ilustra, según su trabajo, «la severa presión» que
Chauvin hizo con su rodilla.
«Las evidencias son consistentes con una asfixia mecánica», reiteró Wilson.
Baden afirmó que, de no ser por esta circunstancia, «George estaría
vivo».
Asimismo, la doctora Wilson indicó que la condición cardiaca del detenido no fue el motivo que le llevó a la defunción.
«No tenía problemas que pudieran causarle la muerte. Tenía buena salud. La compresión sobre su garganta y la espalda no se observaron en la anterior autopsia porque esa presión se había relajado con el tiempo que pasó hasta que llegó a la mesa de operaciones del forense»,
indicó.