Naciones Unidas, 3 jun (Prensa Latina) El secretario general de ONU, António Guterres, alertó hoy que la Covid-19 golpea con fuerza a millones de personas en movimiento: migrantes en situaciones precarias, refugiados y desplazados internos obligados a huir.
En un video mensaje acerca de su reporte sobre el impacto del nuevo coronavirus en las personas en movimiento, el titular de ONU alertó sobre los numerosos riesgos que corren en medio de la pandemia.
Las personas en movimiento enfrentan la crisis de salud a medida que se exponen al virus, muchas veces en condiciones de hacinamiento donde el distanciamiento social es un lujo imposible, y elementos básicos como atención médica, agua, saneamiento y nutrición son difíciles de encontrar, dijo Guterres.
Este impacto será aún más devastador para la gran cantidad de personas en movimiento que viven en los países menos desarrollados. De hecho, detalló, un tercio de la población de desplazados internos del mundo vive en los 10 países más expuestos a la Covid-19.
Las personas en movimiento enfrentan también una crisis socioeconómica, especialmente aquellas que trabajan en la economía informal sin acceso a la protección social, señaló.
Además, añadió Guterres, es probable que la pérdida de ingresos a raíz de la Covid-19 conduzca a una colosal caída de 109 mil millones de dólares en remesas.
«Eso equivale a casi las tres cuartas partes de toda la asistencia oficial para el desarrollo que ya no se envía a los 800 millones de personas que dependen de ella.»
Guterres recalcó que las personas en movimiento hacen frente a una crisis de protección, pues más de 150 países impusieron restricciones fronterizas para contener la propagación del virus, y al menos 99 Estados no hacen excepciones para quienes buscan asilo por persecución.
Al mismo tiempo, advirtió el diplomático portugués, el miedo a la Covid-19 ha llevado a la xenofobia, el racismo y la estigmatización.
La situación ya precaria de las mujeres y las niñas es cada vez más grave, ellas enfrentan mayores riesgos de exposición a la violencia de género, el abuso y la explotación, subrayó.
Pese a que refugiados y los migrantes enfrentan todos estos desafíos, observó el titular, están contribuyendo heroicamente en la primera línea en el trabajo esencial. «Aproximadamente una de cada ocho enfermeras de todo el mundo, por ejemplo, está practicando en un país diferente de donde nacieron.»
Según consideró el máximo representante de Naciones Unidas, la crisis debido a la Covid-19 es una oportunidad para reinventar la movilidad humana por medio de una respuesta incluyente.
Asimismo, llamó a defender la dignidad humana frente a la pandemia y aprender de los pocos países que implementan restricciones de viaje y controles fronterizos, respetando plenamente los derechos humanos y los principios internacionales de protección de refugiados.
Nadie estará a salvo hasta que todos estemos a salvo, recordó el secretario general y enfatizó en que el diagnóstico, el tratamiento y las vacunas deben ser accesibles para todos.
Las personas en movimiento son parte de la solución, dijo y abogó por eliminar las barreras injustificadas, explorar modelos para regularizar las rutas de migrantes y reducir los costos de transacción de las remesas.