México, 1 jul (Prensa Latina) México posee hoy todos los detalles de cómo sucedieron los execrables hechos de Iguala de septiembre de 2014, cuando fueron desaparecidos 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, de Ayotzinapa.
Las revelaciones, ofrecidas por el fiscal general de la república, Gertz Manero, surgen a raíz de la fuga del país de la persona que tergiversó los hechos y creó una falsa versión que denominó entonces como «verdad histórica», cuando en realidad fue una gran mentira para encubrir a los autores del crimen, según las autoridades.
El artífice de la falsa historia fue el ex procurador general, hoy prófugo de la justicia y refugiado en Canadá, Tomás Zerón, con orden de búsqueda y captura de la Interpol. Ese individuo fue el funcionario del gobierno de Enrique Peña Nieto (2012-2018) responsable de las investigaciones del caso Ayotzinapa.
Las autoridades del estado de Guerrero de la época sembraron pruebas que después Zerón, como director de la Agencia de Investigación Criminal en ese momento, presentaría como fundamentales para la hipótesis de la presunta la verdad histórica, en un video sobre una falsa diligencia en el río San Juan con intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Derivado de esa investigación, el Ministerio Público Federal obtuvo ahora 46 nuevas órdenes de aprehensión por el caso Ayotzinapa en contra de servidores públicos de Guerrero, y envió otros restos óseos que podrían pertenecer a los normalistas a la Universidad de Innsbruck para su identificación.
La Fiscalía General les imputa los delitos de desaparición forzada y delincuencia organizada, por hechos que no habían sido investigados ni judicializados.
Asimismo, logró la aprehensión de José Ángel Casarrubias, El Mochomo, integrante del cártel Guerreros Unidos, grupo al que se le imputa la desaparición de los 43 normalistas.
Gertz Manero dijo que se acabó la verdad histórica de Ayotzinapa, porque todos los argumentos que la sustentaban y sirvieron para dejar en libertad a los culpables, han ido cayendo y sus responsables puestos al desnudo.
El funcionario admitió que hay indicios de que no sólo en el basurero de Cocula sino en otros lugares también, fueron asesinados los jóvenes.
Nosotros ya sabemos lo que pasó, quienes ordenaron el crimen, lo que lo taparon o modificaron e hicieron más cosas. Todos sabemos qué fue lo que pasó y las pruebas periciales lo ratifican, dijo.
Es decir, aclaró, cómo se dio la llegada de los muchachos, luego la confrontación, posteriormente la persecución, adónde los llevaron, adónde los escondieron, quiénes fueron los que les torturaron y lo que siguió después, pero todo se dará a conocer en su momento, expresó.