Londres, 14 jul (Prensa Latina) El gobierno británico confirmó hoy que impondrá el uso de la mascarilla, hasta ahora solo obligatorio en el transporte público, en las tiendas y supermercados de Inglaterra a partir del 24 de julio.
Aunque se espera que el ministro de Salud, Matt Hancock, oficialice la decisión más tarde ante el Parlamento, su colega en el gabinete conservador y titular de Medioambiente, Eugene Eustice, adelantó detalles de la nueva medida dirigida a contener la propagación de la Covid-19.
En declaraciones este martes a la emisora Radio 4 de la BBC, el funcionario defendió el cambio de timón dado por las autoridades centrales del país respecto a la obligatoriedad del llevar el protector facial en espacios cerrados.
Las cosas comenzaron a cambiar a partir del viernes pasado, cuando el primer ministro Boris Johnson se puso una mascarilla para visitar un centro comercial de su distrito electoral en el noroeste de Londres.
En esa ocasión, el gobernante, quien contrajo la Covid-19 y estuvo al borde de la muerte en principios de abril pasado, abogó por adoptar una postura más radical sobre el uso de algún tipo de protección facial en lugares cerrados.
Interrogado sobre la razón de demorar hasta el 24 de julio la imposición de la medida, Eustice dijo este martes que el objetivo es dar tiempo a la población a prepararse y asegurarse de tener una mascarilla antes de ir de compras.
Según trascendió, la violación de la disposición conllevará una multa de 100 libras esterlinas (unos 125 dólares) para los infractores.
Aunque la mascarilla es de uso obligatorio en Escocia desde la semana pasada, y Gales e Irlanda del Norte aún no se deciden, el anuncio del gobierno central despertó opiniones encontradas en Inglaterra.
Sus detractores enseguida se movilizaron en las redes sociales bajo la etiqueta #NoMasks, y con quejas que van desde las molestias que provocan hasta que representan una violación de las libertades individuales.
La mayoría opina, sin embargo, que la mascarilla contribuirá a contener la propagación de la pandemia de Covid-19, la cual deja ya casi 45 mil muertos y cerca de 300 mil contagios en el Reino Unido.