El exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, fue dado de alta durante la madrugada de hoy, donde se mantenía al sur de la Ciudad de México, y fue internado durante 15 días para ser atendido por anemia y un hoyo en el esófago, el cual fue detectado al llegar a México desde España.
Según fuentes ministeriales, el exfuncionario salió del nosocomio custodiado por elementos de la Policía Federal Ministerial de la Fiscalía General de la República (FGR).
Se espera que hoy acuda al Reclusorio Norte de la Ciudad de México para firmar la medida cautelar impuesta por los jueces que llevan los casos de Agronitrogenados y Odecrecht.
En la noche del viernes se le colocó el brazalete electrónico con el que podrá seguir su proceso de libertad condicional, mientras que las autoridades correspondientes cumplimentan los seis meses para continuar con investigaciones.
El exservidor público podrá hacer su vida normal, portando un brazalete electrónico. Lo anterior con la prohibición de salir del país y de la Ciudad de México, así como del área conurbada.
Su abogado Alejandro Rojas acudió al nosocomio en conjunto con agentes ministeriales y los trabajadores de la empresa que renta el dispositivo, para colocárselo.
Con esto, Lozoya Austin deberá de registrar el domicilio en el que permanecerá la mayor parte del tiempo para que el brazalete monitoree vía satelital, el cual se mantiene activo desde hoy y enviará alertas en lapsos de entre 30 y 60 segundos.
El que el exfuncionario utilice este dispositivo fue ordenado por los jueces de control del Reclusorio Norte que lo vincularon a proceso por los cargos de asociación delictuosa, lavado de dinero y cohecho en los casos Odebrecht y Agronitrogenados.
Lozoya llegó en calidad de extraditado el 17 de julio, en esa ocasión la Fiscalía General de la República (FGR) informó que un perito médico le realizó la revisión física y médica correspondiente del extraditado y encontró anemia desarrollada y problemas sensibles en el esófago.
Así como una debilidad general en toda su salud, por lo que propuso su internación en un hospital.
La familia pidió, y se le autorizó, que un médico particular hiciera también una revisión, en la que encontró los mismos síntomas.