La Habana (Prensa Latina) El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantiene su intención de poner fin al programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), pese a recientes fallos judiciales que son contrarios a ese propósito.
La Corte Suprema de Justicia del país bloqueó en junio pasado los intentos de la administración del republicano de eliminar la iniciativa mediante la cual se favorecen jóvenes indocumentados traídos a ese país durante su niñez, quienes se conocen como «dreamers» (soñadores).
En lo que constituyó una derrota para el jefe de la Casa Blanca, el tribunal determinó que el gobierno de Trump no proporcionó una razón adecuada para justificar la finalización del programa, el cual evita la deportación de sus beneficiarios y les ofrece permisos de trabajo y estudio, renovables cada dos años.
La decisión de la Corte Suprema fue entendida como que, de momento, los participantes en el DACA podrían continuar renovando su pertenencia a la iniciativa, la cual fue aprobada por la administración del demócrata Barack Obama (2009-2017) y ha sido blanco de los ataques de Trump desde su llegada al poder.
El actual gobernante republicano, quien ya adoptó gran cantidad de medidas destinadas a reducir la inmigración ilegal y legal al país, prometió que tratará a los soñadores con «compasión».
Sin embargo, trata constantemente de terminar con el programa, como una forma de obligar a los demócratas a sentarse a la mesa de negociaciones y aceptar sus políticas migratorias, y para eso argumenta que el DACA constituyó una extralimitación de los poderes ejecutivos por parte de Obama.
Además, aunque permite a los titulares actuales renovar su pertenencia, desde septiembre de 2017 su administración no ha aceptado nuevas solicitudes de personas que podrían calificar para recibir los beneficios.
Luego de lo dictaminado por la Corte Suprema, el 17 de julio el juez federal Paul Grimm, del Tribunal de Estados Unidos para el Distrito de Maryland, ordenó al ejecutivo comenzar a aceptar nuevas solicitudes para ingresar al programa, lo que dio a cientos de miles de jóvenes elegibles la posibilidad de presentarse.
A pesar de eso, la incertidumbre continúa presente entre esas personas, sobre todo después de que el 28 de julio el Departamento de Seguridad Nacional emitió un memorando en el cual anunció que el gobierno rechazará nuevas solicitudes para el DACA, en tanto las renovaciones se realizarán solo por un periodo de un año, en lugar de los dos estipulados hasta el momento.
Tal medida, calificada por diversas fuentes como un desafío al fallo del juez Grimm, fue vista además como una forma del ejecutivo de Trump de ganar tiempo en tanto decide los próximos pasos a adoptar.
La administración está llevando a cabo una revisión exhaustiva del DACA y las justificaciones que se han ofrecido para finalizarlo, incluida su ilegalidad y los efectos negativos que tiene en lo que yo llamo «comportamiento de inmigración», incluido el contrabando y los cruces ilegales, declaró al respecto un funcionario del gobierno a la prensa.
Según diversos medios y analistas, si Trump no se aventuró a adoptar una acción más radical que pusiera completamente en peligro el DACA, fue porque conoce la popularidad que tiene esa iniciativa entre muchos norteamericanos.
Para el diario The New York Times, la medida podría dinamizar la base de Trump, al sugerir que el programa finalmente será terminado, y al mismo tiempo ayuda al presidente a evitar las consecuencias adversas de imágenes de jóvenes deportados justo antes de las elecciones.
Una encuesta del Centro de Investigación Pew realizada en junio arrojó que tres cuartas partes de los estadounidenses apoyan no solo la permanencia de los soñadores en el país, sino que se les proporcione un camino hacia la residencia permanente.
«No se equivoquen, la gran popularidad del programa, combinada con una inminente elección, impidió que Trump terminara inmediatamente el programa», expresó al respecto Andrea Flores, subdirectora de política de inmigración de la Unión Estadounidense de Libertades Civiles.
Pero este memorando de política deja en claro sus intenciones: su próximo movimiento es un final completo del programa para destruir las vidas de los soñadores una vez más, añadió en un comunicado sobre el tema.
Otros miembros de organizaciones, políticos demócratas y líderes religiosos condenaron el memorando de Trump, entre ellos el exvicepresidente y virtual candidato presidencial del partido azul, Joe Biden.
«Después de fallar en la Corte Suprema, la administración Trump dio otro paso cruel en su cruzada equivocada para derogar el DACA», señaló el exvicemandatario en un comunicado.
A decir de Biden, «Trump no se detendrá ante nada para impulsar su agenda política antiinmigrante, incluso a expensas de los jóvenes que han crecido en este país y son estadounidenses de principio a fin».
Biden agregó que, de convertirse en presidente, protegerá a los soñadores y sus familias, y ofrecerá una hoja de ruta hacia la ciudadanía para ellos y los 11 millones de inmigrantes indocumentados «que enriquecen nuestro país, para que ya no tengan que vivir con miedo e incertidumbre».
Las personas del DACA están desde el ejército de Estados Unidos hasta en el personal hospitalario que enfrenta la Covid-19. Es trágico que una nación construida sobre el arduo trabajo de los inmigrantes haga un acto horrible como este, dijo, por su parte, la congresista demócrata Sheila Jackson Lee.
Grupos de derechos de los inmigrantes consideraron que el memorando del Departamento de Seguridad Nacional es un primer paso hacia la eliminación completa del DACA.
El obispo Jaime Soto de Sacramento, California, presidente de la junta de la Red Católica de Inmigración Legal, criticó la directiva, de la cual dijo que no tiene sentido moral y práctico, así como el momento en que se dio a conocer, en medio de una pandemia.
Sostuvo que la medida agravará las aflicciones de muchos receptores y aspirantes al DACA, una parte importante de los cuales son trabajadores esenciales que mantienen funcionando partes vitales de la economía durante la crisis de salud.
Mientras se mantienen esas y muchas otras críticas, y más allá de si resultan efectivos o no los esfuerzos de Trump por terminar el programa, es el Congreso el único órgano que puede proporcionar una solución permanente para los soñadores, mediante una legislación en la materia.
La cadena de televisión CNN recordó que en 2019 la Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, aprobó un proyecto que, en parte, proporcionaría un camino a la ciudadanía para los beneficiarios del DACA, pero el Senado controlado por los republicanos no lo ha considerado.
Esa es una nueva manifestación de la falta de consenso que ha existido durante años entre ambos partidos políticos, la cual provoca que esos jóvenes traídos al país durante su infancia vivan con la duda constante sobre lo que pasará mañana.
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