Bogotá, 23 ago (Prensa Latina) Personas desconocidas amenazaron de muerte a varios familiares de los seis jóvenes asesinados este sábado en un homicidio múltiple en la occidental ciudad costera de Tumaco, informó hoy un medio local.
Las advertencias y mensajes de coacción llegaron hasta los hogares de los parientes de las víctimas de la tercera masacre del país en solo 24 horas, luego de otras dos solo el viernes, según Noticias Caracol.
«A mí me dijeron que, si no me iba, me mataban, y que no colaborara y me quedara quieta», declaró llorosa una de las allegadas de los masacrados, mientras los cuerpos de las seis víctimas permanecen en la morgue de Tumaco.
Los autores de las amenazas les exigen a los familiares que se marchen de sus hogares en Tumaco, departamento costero de Nariño, pues de lo contrario serán ultimados.
Una comisión oficial viajó a la zona para investigar las causas del homicidio múltiple, uno más entre las alrededor de 30 masacres en lo que va de año reconocidas por las Naciones Unidas.
Los autores del hecho remataron a las víctimas con tiros de gracia en una acción que algunos vinculan a una visita a la región del presidente Iván Duque, según el gobernador de Nariño, John Rojas, citado por el diario El Tiempo.
Es muy triste lo que está pasando en el departamento, esperamos que con la visita del presidente se tomen mejores y más contundentes medidas contra estas estructuras delincuenciales, añadió el funcionario.
Las dos anteriores masacres fueron el viernes en Arauca, donde cayeron cinco jóvenes; y esa misma noche, en El Tambo, El Cauca, también en el oeste del país sudamericano, con saldo de seis fallecidos.
Esas tres últimas acciones violentas fueron precedidas por otras no menos cruentas días atrás en Cali, Samaniego y Ricaurte, localidad esta última también en territorio de Nariño.
La Defensoría del Pueblo denunció los hechos sangrientos de este viernes en Arauca y El Cauca y exigió a las autoridades esclarecerlos cuanto antes.
Colombia atraviesa por una creciente escalada de acciones violentas, la mayoría por motivos políticos, de las que son víctimas jóvenes, niños, campesinos, indígenas, líderes sociales y excombatientes de grupos guerrilleros.