Washington, 14 sep (Prensa Latina) El gobierno de Estados Unidos analizará un posible acuerdo entre la empresa norteamericana Oracle y el grupo chino ByteDance, propietario de la aplicación para videos cortos Tik Tok, informó hoy el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin.
La noticia se conoce poco antes de expirar el próximo 20 de septiembre el plazo concedido por Washington a ByteDance para materializar la venta de la popular plataforma de minivideos en suelo norteamericano, o de lo contrario será vetada.
Este lunes, la prensa de Beijing divulgó que la multinacional china de tecnología no vendería su aplicación Tik Tok a ninguna empresa de Estados Unidos.
No obstante, Oracle informó luego que presentó una propuesta para asociarse, sin ofrecer otros detalles.
De acuerdo con declaraciones de Mnuchin a la cadena CNBC, estudiarán la solicitud conjuntamente con el jefe de la Casa Blanca y con el comité de inversión extranjera.
Medios estadounidenses estiman que la elección de Oracle no implicará una venta en términos estrictos, sino que funcionarán como socios de la empresa asiática en suelo norteño, pues Tik Tok se niega a entregar su código fuente a compradores estadounidenses.
La administración del presidente Donald Trump acusa a Tik Tok de ser una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos por supuestamente recopilar y compartir datos privados con el gobierno chino.
Ante esas incriminaciones, la firma del gigante asiático demandó en agosto al mandatario y a su secretario de Comercio, Wilbur Ross, por violar sus derechos con la prohibición a operar en ese país.
Microsoft, aliada al grupo de supermercados Walmart, se mostró interesada en comprar las operaciones de Tik Tok en Estados Unidos, pero ByteDance rechazó esas intenciones.
En agosto, la aplicación superó las dos mil millones de descargas en el mundo y solo en el territorio norteño la red social afirma tener 100 millones de usuarios activos.
Analistas apuntan que la controversia de Washington contra Tik Tok forma parte de la guerra contra el sector tecnológico del gigante asiático, -que inicialmente tuvo entre sus objetivos de ataque a los fabricantes de teléfonos Huawei y ZTE- y constituye un pretexto con fines electorales.