San Salvador, 5 oct (Prensa Latina) La comunidad salvadoreña en Estados Unidos ratificó hoy su preocupación por los planes del presidente Nayib Bukele de retornar a los indocumentados, en vez de apoyar su legalización.
Unas recientes declaraciones de la diputada Milena Mayorga, recién nombrada embajadora de El Salvador en Estados Unidos, indignaron y preocuparon a los llamados «hermanos lejanos», cuyas remesas prácticamente mantienen a este país.
«El corazón de la nueva agenda con Washington es explicar a nuestros compatriotas que nuestro Presidente está generando las condiciones para su retorno», fue el mensaje de Mayorga en Twitter que activó las alarmas.
Si bien la diputada, marginada del derechista partido Alianza Republicana Nacionalista por su apoyo a Bukele, matizó luego sus palabras, la opinión pública las interpretó como una capitulación en la defensa de los migrantes.
Al menos 200 mil salvadoreños en Estados Unidos podrían perder este año su Estatus de Protección Temporal (TPS, siglas en inglés), y muchos lo consideran fruto de una alianza entre Bukele y la administración de Donald Trump.
La Alianza Nacional del TPS, que representa a los «tepesianos», expresó su preocupación por las posibles negociaciones a espaldas de los migrantes, que aún esperan que el gobierno salvadoreño interceda por ellos.
Varios líderes de la diáspora consideran esta movida un «fraude» en contra de una comunidad que le confió a Bukele las riendas de El Salvador, un país que vive prácticamente de las remesas de sus migrantes.
«La gestión de la Cancillería y el gobierno en general deja ver la ineptitud y el desconocimiento sobre los salvadoreños migrantes en Estados Unidos», declaró José Palma, coordinador de la Alianza en Massachussets.
En declaraciones al periódico Diario de Hoy, Palma reiteró que la lucha debe enfocarse en garantizar una residencia permanente para los salvadoreños en situación irregular en Estados Unidos.