Washington, 8 oct (Prensa Latina) Estrategas republicanos consideran hoy que con su negativa a participar en el próximo debate presidencial, el mandatario estadounidense, Donald Trump, desperdicia una oportunidad de cambiar el curso de la contienda electoral cuando está perdiendo.
El jefe de la Casa Blanca rechazó este jueves participar en la segunda discusión prevista con su rival demócrata, Joe Biden, luego de que la comisión organizadora de esos encuentros decidió realizarla de forma virtual debido a que Trump contrajo el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
La decisión se adoptó, según el grupo no partidista encargado de los preparativos, para proteger la salud y seguridad de todos los involucrados.
No voy a hacer un debate virtual, no voy a perder el tiempo en eso, dijo Trump en el programa Fox Business, un anuncio que deleitó a sus partidarios, pero confundió a observadores políticos, cuando el gobernante se ve superado en la mayoría de los sondeos a nivel nacional.
«La amenaza del presidente de alejarse de un debate virtual es un movimiento de poder que parece casi seguro que será contraproducente», declaró a la cadena de televisión NBC News el estratega republicano Liam Donovan.
Este debate puede ser la última mejor oportunidad para marcar un momento que cambie el juego o impacte la trayectoria de esta carrera antes de que sea demasiado tarde, agregó.
De acuerdo con Donovan, la discusión prevista para el venidero 15 de octubre también es uno de los pocos obstáculos que quedan para Biden de cara a las elecciones del 3 de noviembre venidero, por lo que Trump le estaría haciendo un favor real al demócrata al dejarlo libre de ese evento.
Whit Ayers, uno de los principales encuestadores republicanos, dijo sospechar que Trump podría reconsiderar su negativa después de algunas reflexiones y discusiones con asesores, tal como lo hizo esta semana con respecto a la negociación de otra ronda de estímulo económico.
Está detrás y necesita aprovechar todas las oportunidades para intentar cerrar la brecha, apuntó Ayers, para quien la única ventaja que tendría Trump si se salta ese debate es evitar un desempeño tan criticado como el que tuvo en la primera discusión con Biden, el 29 de septiembre.
Por su parte, Alex Conant, un veterano de varias campañas presidenciales republicanas, indicó que no es raro que los presidentes en funciones fracasen en su primer debate y luego encuentren su paso en el segundo y tercero.
«Trump necesita urgentemente otro debate. En realidad, necesita 10 debates más. Y lo necesita lo antes posible. Así que no es evidente por qué crearía la posibilidad de que se cancele», sostuvo.
Por su parte, figuras demócratas estimaron que la amenaza de boicot del jefe de Estado era tímida y errática, aunque también pusieron en duda que realmente llegue a cumplirla.