Buscan demócratas a toda costa terminar con la era Trump

La Habana (Prensa Latina) El exvicepresidente Joe Biden es la carta del Partido Demócrata que busca terminar con la era de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos y comenzar un nuevo proceso.


Joseph Robinette Biden Jr. nació el 20 de noviembre de 1942 en Scranton, Pensilvania, pero desde pequeño se mudó a Claymont, en Delawere.


En su sitio web destaca que proviene de una pequeña casa en North Washington donde compartía con sus padres, un matrimonio con profundas raíces católicas irlandesas, y sus tres hermanos.


La familia no llegó en buenos momentos a Delawere; la presión por llevar dinero al hogar y la amenaza del alcoholismo hicieron que a ratos la convivencia no se hiciera fácil.


Un pequeño Joe Biden era testigo de cómo su padre se dedicaba a vender vehículos, mientras él era víctima de burlas por su tartamudez, un hecho que no le impidió expresarse públicamente, e incluso le motivó a estudios en historia y ciencias políticas en la Universidad de Delawere, para continuar con un título de abogado en la Universidad de Syracuse.


«Durante mis años de adolescencia y universidad, hombres y mujeres fueron cambiando el país: Martin Luther King, Jr., John F. Kennedy, Robert Kennedy, y fui arrastrado por la elocuencia, convicción, y por el auténtico tamaño de sus sueños improbables», apunta Biden en su sitio web.
Su carrera política comienza en 1969, donde gana las elecciones del consejo del condado de New Castel, en Delawere.


Ya en 1973, con 30 años, el demócrata se convertía en senador por ese mismo estado, al que llama «hogar», hasta que Barack Obama lo llevó como vicepresidente.


La trayectoria senatorial de Biden tuvo varios puntos polémicos y otros con amplio margen de apoyo, entre ellos destaca su trabajo como redactor y líder de la Ley de Violencia contra las Mujeres.


Asimismo, se enfrentó a la Asociación Nacional del Rifle, dio apoyo a la verificación de antecedentes y defendió el impedimento de la venta de armas de asalto y tambores de gran capacidad.


También fue uno de los mayores propulsores en el Senado de abogar por las Relaciones Exteriores de Estados Unidos, destacando su rol en torno a proyectos de protección interno ante amenazas terroristas internacionales.


Es justamente ese punto el que quizás lo motivó a apoyar en 2001 la invasión a Afganistán y en 2003 respaldó la decisión del entonces presidente George W. Bush para enviar tropas a Irak.


Durante la administración del republicano, también soportó extender los recortes de impuestos a las empresas, además de respaldar el rescate financiero de Wall Street en 2008.


Ésta es la tercera vez que compite por la presidencia de Estados Unidos, previamente lo hizo en 1988 y después en 2008, llegando solamente a estar en las primarias demócratas.


La vida personal de Biden tiene varias situaciones, algunas de ellas marcadas por el fallecimiento de importantes integrantes de su familia y acusaciones de acoso sexual.


En 1972, luego de ser electo senador, recibió una llamada en la cual le comunicaron que su esposa Neilia y sus hijos Joe ‘Beauâ€Ö, Hunter y la pequeña Naomi, de un año, habían sufrido un accidente luego de que un tráiler los embistiera.


De ese lamentable hecho, tanto la mujer como la niña fallecieron, mientras que Joe, de 4 años, y Hunter, de 2, resultaron heridos.


Así, tuvo que jurar como senador en el hospital mientras los dos pequeños se recuperaban de las lesiones.


Para 1977, contrajo matrimonio con su segunda y actual esposa, la profesora de inglés Jill Jacobs, con quien, además de criar a los dos niños, tuvieron a Ashley en 1980.


En cuanto a las elecciones, si bien ha sido elegido seis veces senador por Delaware, tuvo que dar un paso al costado por la carrera presidencial de 1988, luego de ser acusado de plagiar un discurso de campaña y un texto académico mientras estaba en la universidad.


A esto también se suma que, tras el surgimiento del movimiento #MeToo, cuatro mujeres dijeron sentirse incómodas de conductas inapropiadas por parte de Biden.


Esto lo llevó a prometer que no invadirá el «espacio personal» de las personas, y reconocer que él siempre ha tratado de «establecer una conexión humana (con la gente)».


En 2015, en medio de su decisión por continuar una nueva carrera por la presidencia, el hijo del demócrata, Joe Beau, quien tenía 46 años, murió de un cáncer cerebral.


Esta situación se agrega al consumo de drogas de su otro hijo, Hunter, quien incluso fue nombrado en el primer debate presidencial por Trump, quien dijo que fue expulsado del Ejército.


Tras los dichos del mandatario, en esa misma instancia verbal, Biden dijo sentirse orgulloso de su hijo, y afirmó que él ya lo había resuelto y arregló eso.


No hay que pasar por alto su rol como vicepresidente de Estados Unidos en la administración Obama.


Ahí destacó nuevamente en el fortalecimiento de los lazos con otras naciones, al igual que en la política interna, donde su trayectoria política lo hizo ser empático y llegar a acuerdos con los republicanos en el Capitolio.


De hecho, fue quien más impulsó el plan de salud Obamacare.
No es raro que el mismo Obama se hiciera partícipe activo en su nombramiento como candidato demócrata durante la convención del partido.


El exmandatario ve a su excolaborador y aspirante a la Casa Blanca como un amigo.


Si Biden llega a la presidencia será el hombre con mayor edad en asumir el cargo, en sus próximos 78 años, dejando atrás incluso al mismo Donald Trump.


La misión del demócrata, en caso de ocupar la jefatura de Estado, no solamente será la de restablecer el legado de Obama, también conectar a un país que, por más que su nombre los diga, requiere ahora, en opinión de expertos, más unión que nunca.

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