Washington, 6 nov (Prensa Latina) Además de la posible expulsión del secretario de Defensa, Mark Esper, el presidente estadounidense, Donald Trump, tiene en su mira despedir al director del Buró Federal de Investigaciones, Christopher Wray.
En la lista está también la directora de la CIA, Gina Haspel, a medida de que el presidente y sus aliados se sienten cada vez más frustrados porque estos dos altos funcionarios no lo apoyaban para asegurar asuntos políticos, según el diario The Hill.
Según la publicación, Trump y sus aliados se sienten cada vez más frustrados de que funcionarios como Wray no cumplan las solicitudes del presidente para iniciar una investigación formal sobre los tratos comerciales del hijo de su oponente político, Hunter Biden, y otros intereses de la actual administración.
El presidente dejó en claro durante mucho tiempo que valora la lealtad por encima de todo lo demás, y en ese sentido presionó a los funcionarios de inteligencia para que se involucraran en las investigaciones o hicieran declaraciones para beneficio político del gobernante, señala The Hill.
Varias fuentes, incluido un alto funcionario del Pentágono, confirmaron este viernes a la cadena CNN que Trump está a punto de relevar del cargo al secretario de Defensa.
La televisora señala que Esper intenta buscar una salida elegante de su cargo si el gobernante decide despedirlo, sin importar el resultado de las elecciones presidenciales.
Según la fuente, la expulsión del jefe del Pentágono le daría a Trump la oportunidad de demostrar sus poderes ejecutivos, ya que parece cada vez más probable su derrota ante el candidato demócrata, Joe Biden.
El cese de funciones de Esper, y posiblemente de algunos altos oficiales, también plantearía cuestionamientos sobre la cadena de mando militar durante un período tenso en los Estados Unidos.
En ese lapso, Trump tiene aún capacidad para ordenar cualquier acción a los servicios armados, puesto que la toma de posesión del mandatario electo sería el 20 de enero, estiman especialistas en el tema.