Santiago de Chile, 10 nov (Prensa Latina) Una muy lenta recuperación de los millones de empleos perdidos por la crisis sanitaria de la Covid-19 enfrentarán América Latina y el Caribe tras la pandemia, alertaron hoy organismos internacionales.
La Comisión Económica para América Latina (Cepal) y la Organización Internacional de Trabajo (OIT) advirtieron que tardará más de lo previsto volver a los indicadores previos a la crisis y para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU.
Esa es la visión del informe «Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. Dinámica laboral en una crisis de características inéditas: desafíos de política», presentado de forma virtual y simultánea en esta capital y en Lima, Perú.
Según ese estudio la recuperación del empleo dependerá de que se alcancen los nivel económicos anteriores a la pandemia, lo que podría lograrse en dependencia de la tasa de crecimiento, solo en 2023 en el mejor de los casos, o en la década de 2030 si se avanza al nivel del Producto Interno Bruto reportado por la región en el último sexenio.
El informe indica que los mayores efectos del desempleo se sintieron en el segundo trimestre de este año, y se estima que 2020 cierre con una pérdida de 47 millones de puestos de trabajo en el conjunto de la región con respecto a 2019.
Tanto Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Cepal, como el Director Regional de la OIT, Vinicius Pinheiro, coincidieron durante la presentación del documento, en que el desempleo ha afectado a los grupos más vulnerables, profundizando la desigualdad en el mercado laboral, en lo cual las mujeres han llevado la peor parte.
Pinheiro, por su parte, profundizó en la situación de los jóvenes, cuyo nivel de desocupación en el segundo trimestre de 2020 fue mayor que para los adultos (3,4 contra 1,8 por ciento), por una menor disponibilidad de puestos y el cierre de contratos temporales y de períodos de prueba.
El informe apunta que tal situación desalienta la búsqueda de empleos, aumenta el número de jóvenes inactivos que tampoco estudian, y genera mayor informalidad y exclusión en el mercado laboral a futuro.
Ambos organismos llaman a promover la inserción laboral de los jóvenes combinando entrenamiento docente con pasantías en empresas, brindar subsidios para asegurar la asistencia y participación de ese sector y generar servicios de empleo para apoyar la reinserción laboral.
También señalan la necesidad de desplegar programas de formación que faciliten la recalificación o reconversión laboral para jóvenes que han perdido sus empleos y aprovechar las tecnologías digitales para potenciar la capacidad de aprendizaje y cerrar brechas digitales entre ellos.