México, 14 dic (Prensa Latina) El Banco de México (BdeM) reiteró hoy su disposición a colaborar con el Congreso en la ley que lo obliga a comprar divisas extranjeras que la banca comercial tiene prohibido devolver al país de origen.
La iniciativa ya fue aprobada por el Senado y este lunes está en análisis en la Cámara de Diputados.
En un comunicado el BdeM enfatizó en la necesidad de preservar su autonomía constitucional y no poner en riesgo el funcionamiento del sistema financiero, la operación del banco central y la disponibilidad de la reserva de activos internacionales.
El Banco de México se mantiene atento y dispuesto a seguir colaborando con el Congreso y, en esta etapa del proceso legislativo, con la Cámara de Diputados y las instancias y grupos de trabajo que esta determine, señala en un comunicado.
Asimismo, reafirmó su coincidencia con los beneficios que el proyecto de decreto busca lograr para que el efectivo en moneda extranjera que ingresa a México por actividades legítimas, principalmente el que traen algunos migrantes mexicanos.
El gobernador del ente emisor, Alejandro Díaz de León, participó en un grupo de trabajo abierto organizado por la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados, con el fin de contribuir al análisis del referido proyecto de decreto.
Sin embargo, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) llamó a la Cámara de Diputados a discutir a fondo la ley pues desde su perspectiva representa un riesgo para el sistema financiero.
En un comunicado, el CCE estima que en el análisis se deben atender las dificultades que enfrentan quienes reciben recursos en divisa extranjera en efectivo y por el otro, mantener y fortalecer los controles para evitar el ingreso de recursos de procedencia ilícita.
La reforma ha causado controversia durante los últimos días porque por un lado los que la impulsan aseguran que ayudará a que los mexicanos sin acceso al sistema financiero, principalmente migrantes y trabajadores turísticos, puedan cambiar divisar de manera más sencilla.
Pero otros especialistas aseguran que es una reforma que no sólo violenta la autonomía del Banco de México, sino que representa un importante riesgo de que entre al sistema dinero del crimen organizado.