Washington, 27 dic (Prensa Latina) Más de 12 millones de estadounidenses quedaron desde hoy sin ayuda por desempleo debido a la negativa del presidente Donald Trump a firmar el paquete contra los efectos de la pandemia, aprobado el lunes por el Congreso.
Como consecuencia de la negativa del gobernante a avalar el texto que sus propios asesores ayudaron a redactar, el sábado por la noche los desempleados que esperaban su último pago no tienen certeza de si recibirán más asistencia, destaca este domingo el diario The New York Times.
El mandatario republicano se resistió a firmar el amplio plan de ayuda de 900 mil millones de dólares hasta que los legisladores tripliquen el monto de los cheques de a los trabajadores, actitud que puso en el limbo el destino de la medida.
Dichos fondos están incluidos en un paquete de gastos por 2,3 billones (millones de millones), para mantener el gobierno abierto después del lunes, por lo que de no aprobarse por el jefe de la Casa Blanca, tendrían que cerrar a partir del martes las agencias federales por falta de recursos financieros.
Simplemente quiero que nuestra gente obtenga dos mil dólares, «en lugar de los miserables 600 que están ahora en la factura», dijo Trump en Twitter el sábado, un día que también dedicó a reiterar sus criterios sin pruebas sobre un supuesto fraude en las elecciones.
Por su parte, el presidente electo, Joe Biden, alertó este sábado sobre las consecuencias de la actitud del gobernante al rechazar un proyecto de ley aprobado por el Congreso con una abrumadora mayoría bipartidista. Agregó que la negativa de Trump a firmar el la propuesta tendría «consecuencias devastadoras» para el pueblo estadounidense y la economía del país.
Por su parte, el obispo William Barber, copresidente de la organización sin fines de lucro Poor People´s Campaign, denunció este domingo en una entrevista con la cadena CNN que la actitud del gobernante republicano coloca a millones de estadounidenses al borde de la pobreza.
El activista social recordó que esta situación tiene lugar en medio del agravamiento de la pandemia, que ya mató a más de 339 mil 920 norteamericanos y provocó daños sustanciales a la economía.