Tras la polémica del cierre de las redes sociales del actual presidente de Estado Unidos, Donald Trump después de que partidarios del mandatario asaltaran el Capitolio el pasado 6 de enero, alegando que hubo fraude electoral tras el triunfo del candidato demócrata Joe Biden, el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se manifestó al respecto.
«Les adelanto que la primera reunión que tengamos del G20 voy a hacer un planteamiento sobre este asunto». El líder mexicano destacó que no se debe incitar a la violencia, pero que esto «no puede ser motivo para suspender la libertad de expresión».
Ante la posibilidad de experimentar el cierre de sus redes sociales el presidente dijo que es importante crear medios alternativos como contrapeso a las acciones de ejecutivos de redes sociales y medios tradicionales. Anunciando la creación de una nueva red social llamada “Pueblo bueno”, cuyo diseño estaría a cargo del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), la Secretaría de Gobernación, la Consejería Jurídica, o la Secretaría de Relaciones Exteriores, entre otras.
Aseguró que los dueños de empresas como Facebook y Twitter han actuado como “La Santa Inquisición” por lo que “Pueblo nuevo” buscará garantizar la libertad para que no exista censura.
Ante el anuncio del mandatario, las opiniones se han polarizado pues aseguraron que si el mismo gobierno será quien controle esta red social, entonces no se puede garantizar el derecho a la libertad de expresión, pues el mismo mandatario ha mostrado tener piel sensible ante las críticas hechas a su gobierno, alegando que estas están basadas en calumnia, ataques y en intereses personales de conservadores y fifís. Por lo que resultaría una incongruencia alegar la libertad de expresión cuando el mismo presidente se ha dedicado en sus conferencias matutinas a atacar a periodistas y medios de comunicación que no comulgan con sus ideas o forma de gobierno.