Guatemala, 16 ene (Prensa Latina) Mientras pequeños grupos de hondureños llegaron a la capitalina Casa del Migrante, el grueso de la caravana transita hoy por el departamento guatemalteco de Chiquimula.
La víspera, aproximadamente cuatro mil 500 migrantes ingresaron a Guatemala por la frontera El Florido, tras romper un cerco policial sin que se produjeran graves enfrentamientos, según el medio alternativo prensacomunitaria.org
Por su parte, el Instituto Guatemalteco de Migración informó que, entre ayer por la noche y esta madrugada, ya habían retornado a 600 personas a Honduras.
La Policía Nacional Civil únicamente reportó que los migrantes continúan su marcha, les han asistido con agua, al tiempo que les advierten del riesgo de intentar llegar a Estados Unidos de manera irregular.
Sin embargo, un mensaje de la Patrulla Fronteriza estadounidense confirmó que «Guatemala continúa apoyando la alianza regional comprometida con la migración segura, ordenada y regular y con la protección de la salud pública durante la pandemia mundial. @MigracionGuate ya está regresando miembros de la caravana a Honduras.
Un reportaje difundido aquí por la televisora TvAzteca mostró imágenes del amplio dispositivo de seguridad montado en los alrededores del río Suchiate, Ciudad Hidalgo, en la frontera entre México y Guatemala, por donde se espera cruce la caravana, que otras fuentes estiman en el orden de los seis mil con la incorporación en el camino de más personas.
El pasado viernes, cerca de 4500 hondureños emprendieron en la madrugada el camino a Guatemala con la esperanza de llegar a Estados Unidos en un momento de cambio de administración.
Guatemala movilizó a la Policía y el Éjército para detenerlos, además de la imposición de un estado de prevención en siete departamentos del país con el pretexto de salvar vidas por estar en pleno rebrote de la Covid-19.
Este nuevo éxodo masivo hondureño solo es comparable al de 2018, recordaron analistas, y tiene como trasfondo la pobreza y la debacle económica causada por la pandemia y la falta de ayuda estatal a raíz del paso de las tormentas Eta e Iota, junto a la violencia sistémica.