Washington, 28 ene (Prensa Latina) El presidente estadounidense, Joe Biden, revocará hoy la regla que prohíbe al Estado financiar a organizaciones que ofrezcan servicios para abortar en Estados Unidos, según anunció la Casa Blanca.
El mandatario firmará un decreto para abolir esta norma, motivo de fuertes polémicas en el ambiente político de la nación norteña desde hace décadas, pues fue instaurada por la administración de Ronald Reagan (1981-1989), anulada por cada gobernante demócrata y reinstalada por cada republicano.
Esta disposición prohíbe financiar en Estados Unidos a cualquier organización no gubernamental que ofrezca incluso consejos sobre el aborto, aunque financie esa parte de sus actividades con otros fondos.
Biden ordenará igualmente al Departamento de Salud «tomar acciones inmediatas para considerar si debe revertir las regulaciones» que tratan sobre los centros de planificación familiar en la nación norteña.
Esto constituye otro viraje a la posición del exgobernante Donald Trump, quien prohibió a esas entidades proponer los servicios de interrupción de embarazos a sus pacientes.
El actual mandatario fortalecerá el servicio de Medicaid y reabrirá la inscripción para la cobertura a través del mercado federal creado bajo la Ley de Atención Médica Asequible, (ACA), aprobada en marzo de 2010, durante la administración de Barack Obama (2009-2017).
El aborto es legal en Estados Unidos desde una decisión histórica de la Corte Suprema en 1973, en el caso Roe vs. Wade, pero todavía divide a la población estadounidense, y enfrenta una oposición fuerte, especialmente entre sectores religiosos.
Biden es un ferviente católico, pero apoya el derecho de las mujeres a elegir si quieren continuar con su embarazo.
También en el campo de la salud, el jefe de la Casa Blanca debe firmar igualmente este jueves un decreto que facilitará el acceso de los estadounidenses que no tengan cobertura médica ofrecida por su empleador al seguro federal creado por Obama.
El gobernante ordenará en ese sentido la reapertura de la inscripción en los mercados de la ley sanitaria y un nuevo examen de las políticas de la administración Trump que socavaron las protecciones para las personas con afecciones médicas preexistentes.
Trump no logró revocar dicho estatuto de salud, pero pasó cuatro años socavándola con una serie de acciones ejecutivas, que incluyeron permitir la venta de planes baratos de atención médica a corto plazo.