La Habana, 29 ene (Prensa Latina) Estados Unidos debe eliminar el bloqueo contra Cuba en todas sus modalidades, lo que es visto como la condición principal para mejorar las relaciones entre ambos países, estiman hoy analistas políticos.
La Casa Blanca confirmó esta semana que revisa las políticas del gobierno del presidente Donald Trump contra la isla. «Vamos a marcar nuestro propio camino», dijo la secretaria de Prensa Jen Psaki, tras ser preguntada sobre una posible desmantelación de la estrategia de sanciones al pueblo cubano.
Sin embargo, el curso de las acciones de Washington, inevitablemente pasa por la ley de bloqueo y todo su entramado contenido en la llamada Ley Helms-Burton.
«Nuestra política sobre Cuba va a estar comandada por dos principios: el primero es el apoyo a la democracia y los derechos humanos, que va a ser el eje, y el segundo es que los estadounidenses de origen cubano son los mejores embajadores de la libertad en Cuba», dijo Psaki.
Para la mayoría de los analistas y expertos esas son condicionantes añejas que usaron gobiernos de turno en Washington, y que en nada ayudarán a destrabar el problema.
Peter Kornbluh, director del Proyecto de Documentación de Cuba del National Security Archive de Estados Unidos, es de los que piensa que excluir a la isla de la lista de estado promotores del terrorismo puede ser una señal temprana de la intención de la nueva administración de restablecer la política.
El experto considera que ese paso sería «la restauración de un enfoque serio y honesto de las relaciones entre ambos países», lo que ratifica lo dicho por otros, como Richard Nuccio, el principal funcionario de la administración Clinton para Cuba, para quien muchas de las medidas contra la isla se mantienen por razones políticas y sin base probatoria.
Ahora, el gobierno demócrata de Biden va a revisar en varios temas de seguridad nacional para asegurarse que su visión se ajusta a eso, según Psaki.
Tal vez la «nueva» política del actual gobierno busque aumentar el comercio y los viajes entre los dos países de manera progresiva.
El académico estadounidense William LeoGrande, en un artículo en el diario Sun Sentinel, manifestó que Biden debe actuar con rapidez para mejorar los vínculos con La Habana, como prometió durante la campaña. Una acción rápida para volver a relacionarse con Cuba enviará el mensaje de que pretende tener una política exterior activa, volviendo a relacionarse tanto con aliados como con adversarios y reconstruyendo la estatura de Estados Unidos en el mundo.
El profesor de Gobierno en la Escuela de Asuntos Públicos de la American University en Washington insta a la Casa Blanca a no prolongar el sufrimiento de las familias cubanas innecesariamente.
Por otra parte, la próxima Novena Cumbre de las Américas, prevista para finales de 2021 y organizada por Estados Unidos, es un acontecimiento que obligará a la nueva administración a formular su política hacia América Latina, incluida Cuba, precisó LeoGrande.
La cumbre también proporcionará una oportunidad para que el presidente Biden se vea con su par cubano Miguel Díaz-Canel – una reunión que sería más productiva si la nueva administración ya tomó medidas para reparar el daño hecho a los nexos por Trump, añadió.
Los expertos se preguntan hoy cuándo esa política será objeto de un análisis serio, atendiendo a que la relación bilateral ofrece una amplia variedad de oportunidades de cooperación porque Cuba es un vecino cercano.
Durante los dos últimos años de mandato del presidente Obama, Estados Unidos y Cuba firmaron 22 acuerdos bilaterales sobre temas de interés mutuo que van desde la lucha contra el narcotráfico hasta la protección del medio ambiente.
El académico, como otros muchos, incluidos políticos de anteriores gobiernos, considera que los principios básicos de la reanudación de los lazos pueden establecerse rápidamente porque estaban bien definidos en la directiva política del entonces presidente Obama del 14 de octubre de 2016, sin embargo, en la mayoría de los casos pasan por la eliminación del bloqueo.
Desde la elección de Biden, los líderes cubanos reiteraron su interés en una mejor relación basada en la cooperación y el respeto mutuo.
Washington no debe esperar a que La Habana tome la iniciativa. Trump rompió el compromiso con Cuba, por lo que Biden debería dar los primeros pasos para restablecerlo, cuanto antes mejor, opinó LeoGrande.
En esa dirección, el jueves 4 de febrero de 2021, su administración podría suspender nuevamente el Título III de la Ley de Libertad y Solidaridad Democrática de Cuba de 1996 (Ley Helms-Burton), que fue activado por la administración Trump el 2 de mayo de 2019, luego de haber permanecido inactivo por 23 años. Ese puede ser el primer paso.