¡De PET a Cobijas! Convierten 8 mil toneladas en más de 500 cobertores en Edomex

7 DE FEBRERO DE 2021

• Los cobertores benefician a familias de ocho comunidades ubicadas en la fría zona de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl.

Primero Editores | De la Redacción.

Amecameca, Estado de México, 7 de febrero de 2021. El Gobierno del Estado de México, a través de la Comisión del Agua estatal (CAEM), recolectó cerca de 8 mil toneladas de botellas de PET para reducir los riesgos de inundaciones durante la temporada de lluvia, mismas que fueron convertidas en cobijas para mitigar el frío de las noches de invierno en las comunidades cercanas a los volcanes.

“ECOCE nos ayudó a darle una segunda vida al PET y al polietileno de alta densidad que nosotros pudimos recolectar y después separar para cambiarlo por un producto terminado, que son cobijas, y poder mitigar un poco y dar un poquito de calor en esta temporada invernal”, dijo Sylbeth García Boone, Directora General de Coordinación con Organismos Operadores de la CAEM.

Como resultado, familias de las comunidades Aldea, Chalma, Huehuecalco, San Pedro, San Juan Grande, Santiago Cuauhtenco, Zentlalpan y Zoyatzingo, ubicadas en la fría zona de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, recibieron más de 500 cobertores que se obtuvieron del PET.

“La verdad está muy bien porque tenemos mucho río con esa basura y creo que eso serviría para limpiar y como para darle un buen uso, y en tiempos de frío una buena ayuda. Como vivimos a lado del río, siempre nos bajamos a juntar toda la botella y a juntar todo el basurero, latas que bajan del río y eso también nos sirve como recurso, nos ayuda y nosotros también ayudamos al medio ambiente”, afirmó María Laura Ruiz, vecina de la comunidad de Santiago Cuauhtenco.

Cabe resaltar que para obtener un kilo de fibra reciclada se requieren 56 botellas de PET, es así como en coordinación con la Asociación Civil ECOCE, se le da una segunda vida útil a este material que, “depositado en el lugar equivocado, pone en riesgo a las familias y su patrimonio, pero que una vez reciclado, se le transforma en cobijas para arropar a los mexiquenses que más lo necesitan”.

Con información de Primero Editores