Toluca, Estado de México; 25 de marzo de 2021.-
Los ojos del mundo están puestos en las vacunas para enfrentar al Covid-19. Los países han implementado diversas estrategias para avanzar en la inmunización de su población de acuerdo con criterios de prioridad que han establecido según sus necesidades y proyecciones. Pero si algo permea en el ánimo de la mayoría de las personas es su deseo por recibir la vacuna que, para muchos, es cuestión de vida o muerte ante la enfermedad.
En las primeras fases de las campañas de las naciones que ya iniciaron la vacunación, la mayoría ha dado prioridad a personas de más de 60 años; trabajadores esenciales, especialmente los que están atendiendo la pandemia, y personas más vulnerables ante el virus.
De manera alentadora, países como Israel y Reino Unido evidencian que las vacunas están reduciendo la ocupación hospitalaria por Covid-19, la transmisión comunitaria y el número de fallecimientos.
En lo que se refiere a América Latina, el avance de la vacunación contra el coronavirus avanza más lento que en otras regiones del mundo. Aunque la mayoría de los países ya comenzaron con las campañas de vacunación, la nación que lleva la delantera es Chile, donde para la primera semana de marzo habían recibido ya su dosis más de cuatro millones de personas; en otros países, la inoculación progresa sin llegar a ser masiva.
En el panorama mundial, por otra parte, se han administrado más de 300 millones de dosis en cerca de 100 países: se trata del mayor programa de vacunación de la historia y que inició a poco menos de un año de que se detectaran los primeros casos de la enfermedad en China.
Sin embargo, mientras cerca de la mitad de los países europeos y del continente americano ya iniciaron sus planes de vacunación, solo unos pocos países en África lo han hecho.
Una investigación de Agathe Demarais, directora de pronóstico global de la Unidad de Inteligencia de The Economist, analizó diversos factores como la capacidad de producción mundial y la infraestructura de atención médica necesaria para que las vacunas sean administradas, el tamaño de la población de cada país y lo que cada nación puede pagar, así como la oferta de vacunas, la disponibilidad de trabajadores de la salud, la logística y el financiamiento. Los resultados de la investigación se encaminaron a lo que podría parecer evidente: parámetros de ricos versus pobres.
El Reino Unido y Estados Unidos están provistos de más que suficientes vacunas porque pudieron invertir mucho dinero en el desarrollo de estos fármacos. Otros países ricos como Canadá y el bloque de la Unión Europea van solo un poco atrás. En contraparte, la mayoría de los países de bajos ingresos aún no han comenzado a vacunar a su población.
Además, respecto de la región asiática, la investigación de Agathe Demarais predice que dos de las potencias de producción de vacunas del mundo, China e India, pueden no haber vacunado a toda su población sino hasta fines de 2022. La razón: una enorme población y escasez de trabajadores de la salud.
El éxito de India como productor de vacunas para combatir el Covid-19 se debe en parte a un hombre, Adar Poonawalla. Su compañía, el Instituto Serum de India, es la mayor fabricante de vacunas del mundo. Esta empresa produce actualmente 2.4 millones de dosis de la vacuna de Oxford al día y está comprometida a abastecer a India primero y luego a África a través de Covax, la iniciativa de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El panorama poco alentador para el propietario de esta compañía de la India es la posibilidad de que algunos países no tengan a toda su población vacunada para 2023, o incluso que no alcancen nunca esa meta.
Entretanto, a continuación se presenta una gráfica con los datos más recientes respecto del avance de la vacunación en distintos países del mundo, de acuerdo con la información oficial dada a conocer por estas naciones.
Con información de (AMX Noticias)