Montreux, Suiza, 20 abr (Prensa Latina) La oposición al surgimiento de una Superliga europea de fútbol creció hoy con rechazos de gobiernos e instituciones del deporte como el COI, la FIFA y la UEFA, reporta la prensa capitalina.
Desde Londres, el gobierno británico reiteró que tomará todas las medidas necesarias, incluidas las opciones legislativas, para frenar los planes de la nueva fórmula de competiciones. Ninguna opción esta fuera de la mesa, señaló el ejecutivo.
Los 12 clubes fundadores del esquema propuesto para el fútbol europeo enfrentan un posible retroceso, después de revelar sus propuestas el pasado domingo, afirmó la cadena de radio y televisión BBC, citado por la prensa local.
Uno de los principales promotores de la Superliga (ESL), el presidente de esa nueva estructura y del Club Real Madrid, Florentino Pérez, alegó que los valores jóvenes del referido deporte son apenas conocidos. Buscamos salvar el fútbol, opinó.
El presidente de Unión de Federaciones Europeas de Fútbol (UEFA), Aleksander Ceferin, advirtió las posibles restricciones para los deportistas participantes en el mencionado evento.
De su lado, los abogados de la ESL ya preparan demandas para prevenir que los jugadores y los clubes sean descartados para otras competiciones europeas, al considerar esa limitación como ilegal, reporta la BBC.
Un tribunal hispano señaló que bloqueó temporalmente cualquier intento de la UEFA o la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) de limitar a clubes o jugadores para participar en las competiciones europeas.
Asimismo, se conoció aquí que la FIFA y el Comité Olímpico Internacional (COI) rechazaron la propuesta separatista de 12 clubes de Italia, España e Inglaterra.
La Superliga europea es «un club cerrado» y «disidente de las instituciones existentes», afirmo el presidente de la FIFA, Gianni Infantino.
Para el presidente del COI, Thomas Bach, la nueva propuesta para el fútbol europeo posee un enfoque puramente lucrativo que amenaza el modelo deportivo regional.
De acuerdo con Financial Times (FT), la ESL impone topes salariales a los jugadores, límites de gasto estrictos y programas de distribución de beneficios.
Los 12 clubes fundadores del nuevo certamen deportivo aspiran a sustituir a la Liga de Campeones de la UEFA y se repartirían el 32,5 por ciento de los ingresos comerciales, provenientes de derechos de televisión y de patrocinio.