Washington, 22 abr (Prensa Latina) La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó hoy un proyecto de ley con el fin de convertir a esta capital en un nuevo estado del país, su número 51.
Promovida por Eleanor Holmes Norton, la única legisladora por el Distrito de Columbia y quien carece de derecho al voto, la propuesta favorece que los más de 700 mil capitalinos estén representados por un integrante de la Cámara baja y dos senadores.
Ahora, este proyecto tuvo 216 posiciones a favor y 208 en contra para recibir su segundo aval en dicha entidad legislativa después del conseguido en 2020 sin el respaldo de los republicanos.
Para alcanzar la condición de ley, la iniciativa deberá conquistar el visto bueno de 60 senadores, algo considerado muy difícil teniendo en cuenta que la mitad de los 100 puestos de la Cámara alta pertenecen a miembros del partido rojo.
Diversas voces afirman que a los republicanos no les conviene que cambie el estatus actual del Distrito de Columbia, donde el 76 por ciento de los votantes son demócratas.
En tanto, las autoridades de Washington D.C. defienden que la demarcación es suficientemente grande para convertirse en estado, con más habitantes que otros como Vermont y Wyoming, y en la línea de Delaware y Alaska.
Norton explicó el mes pasado que la capital estadounidense quedaría reducida a unos cinco kilómetros cuadrados que incluirían los monumentos de la Explanada Nacional, edificios federales, la Casa Blanca, el Capitolio y la Corte Suprema.
Paralelamente, el resto del territorio se transformaría en estado con el nombre de Washington, Douglass Commonwealth, en honor a Frederick Douglass, uno de los principales líderes norteamericanos del movimiento abolicionista de la esclavitud en el siglo XIX.
Dicha propuesta recibió un fuerte apoyo del presidente estadounidense, Joe Biden, quien en un comunicado el martes calificó el estatus actual de Washington D.C. como «una afrenta a los valores democráticos sobre los que se fundó nuestra nación».
La declaración de la Casa Blanca elogió a la capital como digna de la estadidad, con «una economía robusta, una cultura rica y una población diversa de todos los ámbitos de la vida que tienen derecho a una participación plena e igualitaria».