El matrimonio y trabajo infantil sigue siendo uno de los grandes problemas a resolver, para garantizar el libre desarrollo, derechos y el bienestar de niñas y niños del país, según estadísticas del Censo de Población y Vivienda 2020 del INEGI.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) el matrimonio y el trabajo infantil aumentaron en 2020 respecto a las cifras presentadas en 2010.
En el caso del matrimonio infantil, el Censo señala que seis de cada mil niñas de 12 a 14 años viven en concubinato o se han casado. Esta situación es particularmente grave en el caso de niñas hablantes de lengua indígena, pues duplican las estadísticas a nivel nacional (12 frente a seis por cada mil).
Esta población es seguida por niñas afrodescendientes, pues ocho de cada mil menores de edad sufren esta situación. Mientras que cada cinco de mil niñas con alguna limitación o discapacidad se encuentran casadas o viven en unión libre.
Respecto al trabajo infantil, en el 2020 este persiste y es más recurrente entre los niños que entre las niñas, independientemente de su origen étnico o condición de discapacidad.
Sin embargo, ocurre con mayor frecuencia entre niños y niñas hablantes de lengua indígena, pues según el censo 305 niños y 205 niñas por cada mil habitantes de entre 12 y 14 años, trabajan.
Las cifras muestran un alarmante incremento a comparación del 2010, en donde se registraba que cada 32 niñas y cada 170 niños indígenas por mil habitantes, trabajaban.
El trabajo infantil también es alto entre infantes afrodescendientes, pues por cada mil habitantes, 124 niñas y 184 niños de entre 12 a 14 años están incorporados a la fuerza laboral.
Seguido por los infantes que no hablan lengua indígena (87 niñas y 141 niños por cada mil habitantes), quienes sufren alguna discapacidad (85 niñas y 125 niños).