Washington, 1 may (Prensa Latina) Las valoraciones sobre los desafíos que enfrentó en el plano doméstico y de política exterior el presidente Joe Biden en sus primeros 100 días en el poder, marcaron la semana noticiosa en Estados Unidos.
Muchos de los análisis en esta ocasión coincidieron en señalar que desde el 20 de enero, día en que ocupó la jefatura de la Casa Blanca, hasta la fecha, el mandatario enfrentó desafíos poco comunes y diversos, con más sombras que luces, según expertos, y a pesar de todo mantiene ahora un nivel de aprobación a su labor superior al 60 por ciento.
En su discurso ante una sesión conjunta del Congreso el miércoles, el jefe de la Oficina Oval trató de magnificar la labor de su administración en el enfrentamiento a la mortal pandemia de la Covid-19, que dejó más de 590 mil muertos en la nación norteña, y efectos letales en el desempeño económico.
También como otro de las mayores desafíos está la grave crisis migratoria en la frontera con México, matizada por denuncias de entidades defensoras de los derechos humanos sobre maltratos a los indocumentados que intentan entrar a territorio estadounidense, en particular niños no acompañados.
Además, los tiroteos masivos en la nación norteña crecieron en las últimas semanas, y en lo que va de año se registraron 163 eventos de este tipo, poco menos que el doble de los 94 que hubo durante el mismo período de 2020, según la organización no gubernamental Archivo de Violencia con Armas.
La retirada de las tropas de Afganistán para el 11 de septiembre, en medio de una compleja situación de seguridad en ese país, constituye otro de los dolores de cabeza para Biden y que según expertos marcarán los próximos meses y quizás los años que le quedan en el cargo.
El anuncio de la salida de las agrupaciones castrenses mostró una vez más a la opinión pública uno de los principales escollos que enfrenta el gobernante en su administración.
Biden prometió que las obligaciones de Washington terminarán para el 11 de septiembre, cuando se cumple el aniversario 20 de los ataques terroristas de 2001 que llevaron a Estados Unidos a iniciar su polémica guerra contra el terrorismo, en primer lugar contra Afganistán en octubre de ese año.
Entre algunas de las sombras que acompañan al presidente Biden en estos primeros 100 días, en cuanto a sus proyecciones para ultramar, está la falta de un esbozo integral para América Latina y el Caribe y sus reiteradas promesas sobre un vínculo más estrecho con la región.
Sus relaciones con México, y en particular con el presidente Andrés Manuel López Obrador distan mucho de lo que se esperaba.
Algo similar ocurre con su promesa de campaña de reconsiderar los nexos con Cuba, llevados a límites muy bajos y al borde de la ruptura durante la administración de Donald Trump, quien impuso medidas punitivas adicionales al bloqueo que Washington mantiene contra la isla desde hace casi seis décadas.