El Papa Francisco envió sus condolencias a los familiares de las 15 víctimas que dejó la masacre registrada el pasado 19 de junio en Reynosa, Tamaulipas. A través de una carta dirigida al Obispo de Matamoros, Eugenio Lira Rugarcía, el pontífice condenó los hechos y ofreció oraciones en memoria de los asesinados en la ciudad mexicana.
“Al conocer la triste noticia del sangriento enfrentamiento que tuvo lugar en Reynosa y en el que numerosas personas inocentes perdieron la vida, el santo padre ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos y a la vez que reitera su firme reprobación por este episodio de injustificable violencia que enluta a la comunidad cristiana”, indica la misiva firmada por el cardenal Pietro Parolín, secretario de estado.
Aunado a esto, el Papa pidió a Lira Rugarcía que diera el pésame a las víctimas, “que convierta el corazón de los violentos y conceda a los deudos consuelo espiritual y serenidad de vida”.
“Ruego a vuestra excelencia que transmita el sentido pésame a los familiares que lloran la pérdida de sus seres queridos, mientras pide al señor, príncipe de la paz, que convierta el corazón de los violentos y conceda a los deudos consuelo espiritual y serenidad en la vida: Papa Francisco”.
Por otra lado, manifiestan que la carta es un “signo de fe y esperanza cristiana en el Señor Resucitado, imparte con afecto la confortadora bendición apostólica que hace extensiva a cuantos participan en la celebración exequial”.
“Uniéndome a las oraciones e intenciones que el Santo Padre les manifiesta, lo saludo a usted y a todos los presentes expresándoles mis más sinceros sentimientos de cercanía y estima en el Señor”, concluye la misiva.
La masacre ocurrió el pasado sábado 19 de junio a las 12:45 horas (hora local), cuando hombres que viajaban abordo de tres vehículos repartieron tiros al azar a albañiles, conductores, taxistas y también narcotraficantes.
Sus metralletas resonaron por primera vez en la brecha El Berrondo, donde los sicarios decidieron arrebatarle una camioneta Murano a un joven que viajaba junto a su familia. Los gatilleros acribillaron al muchacho y luego a sus padres. Metieron en la cajuela de la unidad a dos mujeres, que también estaban abordo del vehículo.
El comando siguió por las calles de Almaguer, una de las más peligrosas de Reynosa. Los asesinos dispararon contra unos albañiles que hacían reparaciones. Según los reportes, mataron a tres e hirieron a dos.
En aquella misma avenida ejecutaron a un taxista que quedó en el volante de su Nissan y también al conductor de una Jeep, quien también se reportó sin vida. El recorrido fue de tres colonias más: Lampacitos, Unidad Obrera y Bienestar. Tan sólo esa tarde, Tamaulipas contó 15 civiles abatidos.
Al respecto, la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas (FGJT) informó que dos de los posibles responsables fueron detenidos. De acuerdo con la dependencia, la detención se llevó a cabo en Río Bravo.
Los imputados fueron identificados como Ramiro “L”, alias Wero, José Reynaldo “V”, alias Flaco, Ricardo Manuel “L”, alias Frankie y/o Pastillas y Alfonso Margarito “A”, alias Simba y/o 41.
Durante el operativo, las autoridades también lograron la liberación de 18 personas privadas de la libertad, tres de ellas con reporte de desaparición. Decomisaron 2 vehículos marca Nissan modelo versa, 4 armas largas, 2 pasamontañas, 29 artefactos metálicos conocidos como poncha llantas, fornituras y equipo táctico.
El mismo día de la masacre, los elementos del Grupo de Operaciones Especiales (GOPES) lograron la aprehensión de uno de los gatilleros. El hombre identificado como Jonathan Balderas, supuesto gatillero de Los Ciclones confesó, desde la habitación de un hospital donde se encuentra en calidad de detenido, que fue enviado por Miguel Lizardi, alias el Maestrín, y/o Miguelito 56, para “calentar la plaza”.