Seis meses después miradas sobre Biden

Washington, 20 jul (Prensa Latina) La inmigración y la Covid-19 son dos de los frentes que más sombra le hacen hoy a Joe Biden en materia doméstica, seis meses después de su llegada a la presidencia de Estados Unidos.


Lejos de las esperadas respuestas, el actual gobierno es sacudido por la mayor riada de personas que trata de entrar de manera ilegal a Estados Unidos desde 2005.


Según dijo a Prensa Latina la activista Cindy Sheehan «el candidato Biden prometió resolver la situación en la frontera sur, pero cada vez hay más familias separadas y arrestadas en condiciones deplorables, insalubres y nefastas en los centros de detención».


Datos de organizaciones humanitarias revelaron que unos 171 mil migrantes, en particular ciudadanos centroamericanos, fueron detenidos por agentes de la patrulla fronteriza en marzo, la cifra más alta registrada para un mes desde 2006, mientras casi 18 mil menores arribaron al borde sin compañía, otro récord.


El tema es motivo de fuego cruzado entre los republicanos que tachan de demagogia e ineficiente a la administración de la fuerza azul y unos demócratas del ala izquierda crecientemente decepcionados, destacó el diario The New York Times.


A este escenario hay que añadir el golpe del fin de semana, cuando el juez federal Andrew Hanen, dictó que es ilegal el programa DACA, el cual ofrece asilo a quienes llegaron de forma irregular al territorio nacional siendo niños.


El programa de los llamados dreamers (soñadores) fue establecido por Barack Obama (2009-2017) sufrió un importante golpe con el dictamen del magistrado, quien consideró que el entonces presidente violó sus atribuciones ejecutivas y la separación de poderes.


Aunque la Casa Blanca podría apelar, de momento la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración notificó por correo electrónico a miles de «dreamers» con procesos abiertos para evitar la deportación que sus casos no serán tramitados, al menos que surja otra orden judicial.


En el terreno sanitario, Biden enfrenta un repunte de la Covid-19 a nivel nacional y hay estados como California que impusieron en algunos de sus condados el uso obligatorio del nasobuco.


A su vez, la campaña de vacunación muestra una preocupante contracción en medio del rebrote, asociado a la presencia aquí de la agresiva cepa delta del virus causante de la enfermedad.


Según datos de la administración demócrata, de los más de cuatro millones de vacunas diarias que se administraban pasó la cifra al medio millón.


Esa cantidad es insuficiente para alcanzar la inmunidad de grupo antes del fin del verano y crece el peligro del desborde de hospitales, en especial en aquellos lugares donde el número de inmunizados es bajo, en opinión de observadores.


La batalla contra la pandemia -que deja más de 35 millones de contagios y cerca de 625 mil muertes- marcará el sendero de una economía que busca salir de la peor crisis en décadas originada por el impacto de la emergencia de salud.


En materia de política exterior si bien Biden se apartó del tono y la postura de Donald Trump en algunos asuntos y, por ejemplo, regresó al Acuerdo de París sobre el cambio climático o frenó la salida de la Organización Mundial de la Salud, muestra también la cara de confrontación.


A juicio de Sheehan el Presidente se está «enemistando con otras potencias como Rusia y China y mantiene el cruel bloqueo a Cuba», comentó la pacifista al estimar que las políticas de Biden sobre la isla son las mismas que las de Trump.

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