Trump bajo la lupa judicial

Por Por Luis Beatón

La Habana, 21 ago (Prensa Latina) La posible participación del expresidente de Estados Unidos Donald Trump en las elecciones de 2024 es seguida con atención por los norteamericanos, debido al lastre que arrastra tras sus intentos de continuar en la Casa Blanca luego de su derrota en los comicios de 2020.


No es un secreto que el exmandatario maniobra para volver a la Oficina Oval, pero un gran número de errores cometidos para ignorar su fracaso pueden, incluso, llevarlo ante la justicia.


Recursos económicos tiene para su apuesta, más de 100 millones de dólares de fondos de campaña, y el respaldo de más de 74 millones de seguidores que votaron por él en la última cita en las urnas, a lo que se suma el temor de muchas figuras partidistas de correr en su contra.


Sin embargo, como un «viejo camaján» en la política, Trump debe estar sopesando cómo le irá en su propósito, especialmente si alguna de las varias investigaciones sobre sus asuntos empresariales desemboca en una acusación penal.


Juan Williams, analista político de Fox News Channel y recurrente comentarista en el diario The Hill, estimó recientemente que otro obstáculo podría surgir si el Congreso tiene acceso a sus declaraciones de impuestos y encuentra deudas embarazosas que comprometan sus tratos con gente poderosa en otras naciones.


Es probable que nada de eso le impida lanzar Trump ’24, expuso Williams, pero, aseguró, el fiscal general, Merrick Garland, podría detenerlo. Él tiene el poder de descartar otra candidatura del exgobernante citando la sección Tres de la decimocuarta enmienda, que prohíbe a cualquier persona que «participe en una insurrección» contra Estados Unidos ocupar un cargo.


Esa idea fue comentada por Robert Reich, exsecretario de Trabajo, en una aproximación al tema publicada en el diario The Guardian.


No es habitual que el fiscal general del país se mezcle en estos asuntos, pero, sostuvo William, los hechos dicen que Trump intentó dar un golpe de Estado durante los ataques al Capitolio el pasado 6 de enero.


Otras acciones del exmandatario, entre ellas presionar a William Barr, su entonces fiscal general, para que encontrara pruebas de fraude electoral, también pueden ser usadas para inhabilitar al magnate, quien aún insiste que perdió la Casa Blanca a causa de un fraude no probado.


Destacan además las presiones a funcionarios federales para que se unieran a una conspiración para infringir la ley electoral. Esas peticiones, según Williams, podrían ser suficientes para que un gran jurado lo acuse de intentar defraudar a los votantes y de conspiración.


En sus valoraciones, Williams manifestó que ahora que Trump está fuera de la oficina, la opinión del Departamento de Justicia de que los presidentes en funciones no deben ser acusados ya no lo protege y puede ser enjuiciado e inhabilitado para retornar al Gobierno.


«Garland tiene el poder de impedir que Trump vuelva a presentarse. Es hora de utilizar ese poder», subrayó el analista político.

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