Naciones Unidas, 27 oct (Prensa Latina) Un dinosaurio irrumpe en la Asamblea General en un nuevo material en video promovido por la ONU como parte de su campaña No elijas la extinción, centrada en el daño que causan los combustibles fósiles.
Durante este sui generis corto de ficción de unos dos minutos de duración, el gigantesco reptil generado por animación digital entra al salón para advertir sobre los peligros que corre la humanidad ante el cambio climático y los actuales patrones de consumo.
Escuchen todos, sé unas cuantas cosas sobre la extinción y déjenme que les diga y ustedes pensarán que es algo obvio, pero extinguirse no es nada bueno. ÂíY provocar tu propia extinción en 70 millones de años es lo más ridículo que he escuchado! Al menos nosotros tuvimos un asteroide, cuál es su excusa, cuestiona el dinosaurio.
Cada año, agrega, los Gobiernos gastan miles de millones de dólares en subsidios a combustibles fósiles, piensen en todas las cosas que se podrían hacer con ese dinero.
En el mundo hay mucha gente viviendo en la pobreza. ¿No creen que ayudarlos tendría más sentido que… no sé… pagar por la desaparición de toda su especie?, se plantea el reptil en el video y pide dejar de poner excusas y comenzar a hacer cambios en medio de la recuperación de la pandemia de Covid-19.
No elijan la extinción y salven a su especie antes de que se demasiado tarde, concluye su hipotética intervención en la Asamblea General.
La grabación fue divulgada por el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en su nueva campaña No elijas la extinción, que busca visibilizar cómo los subsidios a los combustibles fósiles retrasan el progreso contra el cambio climático.
Esta película es la primera realizada dentro de la Asamblea General de la ONU con animación generada por computadora y cuenta con celebridades que dan voz al dinosaurio en numerosos idiomas, incluida, la actriz mexicana Eiza González que lo hace en español.
De acuerdo con un reciente estudio del PNUD, se gastan a nivel internacional unos 423 mil millones de dólares al año en subsidiar los combustibles fósiles.
Tal cifra, recalca esa entidad, podría cubrir el coste de las vacunas antiCovid-19 para cada persona en el mundo, o financiar tres veces la cantidad anual necesaria para erradicar la pobreza extrema mundial.