Celebración por aniversario de inicio de la revolución

Por Luis Manuel Arce Isaac

México, 20 nov (Prensa Latina) El patriotismo, que nunca falta en México, inunda hoy las calles de ciudades y pueblos en los dos millones de kilómetros cuadrados del extenso país por el 111 aniversario del inicio de la revolución.


Ciudad de México, epicentro de la fiesta y gran protagonista de aquella gesta iniciada por Francisco I Madero un día como hoy pero de 1910, amaneció blindada con un despliegue de casi tres mil policías.


Ello a fin de garantizar un orden cívico en el tradicional desfile militar y la ceremonia oficial encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.


El zócalo capitalino, desde donde parten los bloques castrenses en su ruta hacia Campo Marte, amaneció con las formaciones militares en medio de un frío de casi cero grados Celsius.


Sin embargo, esto no impidió que la gente esté posicionada desde muy temprano de las calles 5 de Mayo, avenida Juárez y Paseo de la Reforma, parea ver el desfile desde primera línea.


El 20 de noviembre de 1910 comenzó el histórico movimiento armado que signa la historia de este país como segundo acontecimiento fundamental en la independencia y soberanía nacional, después de un siglo del Grito de dolores de 1810 lanzado por el cura Miguel Hidalgo para liberarse de España.


La revolución de 1910 es conocida como un movimiento popular antilatifundista, agrario, por el derecho a la tierra, en la época de la dictadura de Porfirio Díaz conocida como el Porfiriato.


El dictador mantuvo por 34 años su régimen de imposiciones y sometimientos que llevó a la ruina al país, en especial a los campesinos a quienes les fueron arrebatadas sus propiedades en favor de una expansión de hacendados que las incorporaron a sus latifundios mediante la violencia y abusos de todo tipo.


Porfirio Díaz maniobró para intentar evadir la ola popular que amenazaba a su gobierno vitalicio e insinuó la posibilidad de una alternancia en el poder que fue bien aprovechada por fuerzas revolucionarias y que Francisco I. Madero se postulara en la plataforma antirreeleccionista para convertirlo en presidente.


Pero Madero fue hecho prisionero días antes de la elección y Porfirio Díaz «venció» en las elecciones. Luego de recuperar la libertad, el revolucionario se refugió en los Estados Unidos y promulgó el Plan de San Luis, cuyo sentido democrático era el lema «Sufragio efectivo. No reelección».


Allí convocó al pueblo a iniciar la revolución el 20 de noviembre de 1910, lo que propició muchos levantamientos armados en diferentes regiones de México encabezadas por Pascual Orozco, Francisco Pancho Villa (su verdadero nombre Doroteo Arango, el Centauro del Norte) y Emiliano Zapata.


Sus victorias militares obligaron a la renuncia y el exilio de Porfirio Díaz, y es una de las razones de por qué surgió la revolución mexicana. Lamentablemente hubo graves desentendimientos de ambos con Madero que complicaron muchísimo la gesta por desconocimientos y conjuras.


Madero fue asesinado, Venustiano Carranza quedó al mando del ejército constitucionalista apoyado por Álvaro Obregón (quien nunca perdió una batalla) y venció a Victoriano Huerta y su gobierno.


Los mexicanos se lanzaron en los campos a la batalla con los ideales revolucionarios como bandera y empujaron a la nación a luchar por convertirlos en realidad a un costo de un millón de muertos y el asesinato de sus líderes Pancho Villa y Zapata.


La lucha concluyó con la promulgación de la Constitución Política de 1917 (aún vigente), documento clave surgido de la revolución. Esta contiene todos los ideales, los anhelos y las aspiraciones de la nación mexicana en esos tiempos.


En la carta magna quedó plasmado el nuevo proyecto nacional y es una de las explicaciones del por qué sigue vigente, aunque ha sido muy modificada en el transcurso de los años. Esa historia épica gloriosa y patriótica, es la que se festeja hoy en todo México.
acl/lma

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