Naciones Unidas, 14 dic (Prensa Latina) El aumento del hambre y de la inseguridad alimentaria se sitúan hoy entre los estragos que provoca la pandemia de Covid-19 en Europa y Asia central, según un informe de la FAO.
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) la población con un consumo insuficiente de alimentos pasó del 8,4 al 9,9 por ciento a nivel global, mientras en esa región fue de 2,4 por ciento, una tasa considerada un retroceso.
Ese planteamiento se sustentó en las interrupciones en los mercados, el comercio y las cadenas de suministro de alimentos, gracias a lo cual siete millones de personas se sumaron al colectivo que sufrió inseguridad alimentaria grave, un total de 22 millones, o el 2,4 por ciento de la población de esa zona.
Respecto a los habitantes que padecieron inseguridad alimentaria moderada o grave, definida como la falta de acceso a comida segura, nutritiva y adecuada, se incrementaron en 14 millones para 111 millones de personas, aseguró la FAO en su Panorama de la seguridad alimentaria y la nutrición en Europa y Asia central
El representante de la FAO para esa región Vladimir Rakhmanin advirtió que las desigualdades nacionales y subregionales en el acceso a los alimentos y la nutrición crecerán «porque las respuestas de las políticas ante una pandemia varían enormemente según el nivel de riqueza y la voluntad política de cada país».
Al respecto, llamó a los gobernantes a garantizar que Europa y Asia central avancen hacia la obtención de alimentos y nutrición suficientes para todos, con el compromiso de no dejar a nadie atrás.
La FAO reconoció que la región logró un progreso importante en la reducción de diversas formas de desnutrición, incluido el retraso del crecimiento infantil, la emaciación y el bajo peso al nacer.
Sin embargo, recalcó que está en peor posición con respecto a la lactancia materna exclusiva, el sobrepeso infantil y la obesidad adulta, con datos tendencias especialmente alarmantes para este último trastorno en todas las subregiones, situación agravada por Covid-19.
Ante esa situación, la FAO convocó a los más de 50 países de Europa y Asia central a renovar sus compromisos para poner fin al hambre y la desnutrición para 2030, como lo plantean los Objetivos de Desarrollo Sostenible.