Washington, 26 dic (Prensa Latina) Grupos contra la violencia armada reclamaron hoy más acciones del presidente Joe Biden para controlar los incidentes con armas de fuego en Estados Unidos, donde este año se registró un alza de esos hechos.
El mandatario prometió frenar los crímenes con artefactos letales y estamos agradecidos, pero francamente, él no ha sido realmente un líder en ese sentido y puede hacer mucho más, dijo Zeenat Yahya, de la organización March for Our Lives, citada por el diario The Hill.
Stefanie Feldman, asesora de política interna de la Casa Blanca, rechazó las críticas a la administración y señaló que una estrategia integral es lo han hecho en 2021 y continuarán en 2022.
Por su parte, Fred Guttenberg, miembro de Brady PAC, otra organización opuesta a la violencia armada y padre de una víctima de un tiroteo en una escuela en Parkland, Florida, en 2018, criticó la actitud de Biden ante un hecho similar ocurrido en noviembre pasado en Oxford, Michigan, donde murieron cuatro estudiantes.
Si bien el mandatario emitió órdenes ejecutivas en junio para regular el porte de armas, Estados Unidos reportó más de 43 mil muertes relacionadas con artefactos de fuego entre enero y noviembre de 2021, el más mortífero de la última década, según el Archivo de Violencia Armada (Gun Violence Archive).
A pesar de esas cifras, el Congreso se niega a limitar el acceso a las armas en una nación en la que diariamente más de un centenar de personas sufren disparos, pero entidades como la Asociación Nacional del Rifle presionan a los legisladores para rechazar cualquier cambio.
El proyecto de gastos sociales y ambientales, estancado en el Senado por el rechazo republicano y las divisiones dentro del gobernante Partido Demócrata, incluye una inversión de cinco mil millones de dólares para la prevención e intervención de la violencia comunitaria.
Mientras se mantiene el desacuerdo en el órgano legislativo sobre ese y otros proyectos regulatorios, es la población, en especial las minorías negra y latinas, las que ponen las cuotas de muertos y afectados por el flagelo, evidencian encuestas y estadísticas oficiales.
Se estima que hay más de 390 millones de armas de fuego en poder de civiles en territorio estadounidense, lo que equivale a cerca de 102 de esos artefactos por cada 100 habitantes.