Por: SOCORRO «COCO» VALDEZ GUERRERO
Hay ¡Denuncia! Y fue en la ¡Benito Juárez!
Otro cibernauta, del que se adjunta captura de pantalla, asegura, que son varios casos iguales al de Xochicalco y la Álamos.
Incluso confirma:
“Casualmente es el mismo lugar, donde fuimos víctimas de policías”, refiere.
Es un “Patrón de conducta! Similar a los hechos del siete de enero que se difundieron en TVAzteca.
En esa ocasión, la detención fue por un incidente menor de tránsito.
El conductor no traía luces en el vehículo, y el caso se convirtió en pesadilla para el automovilista y su acompañante.
Un ¡Infierno! Con miedo a que nos mataran, asegura la víctima.
Un intento de ¡Homicidio! Como el del actor de “Vecinos”.
Todo se había generado porque él se negó a darles seis mil pesos que pedían por dejarnos ir.
“Conducir sin luces ni licencia, era llevarse el carro al corralón y pagar multa”, argumentaron los oficiales.
En su declaración de hechos ante el MP, los policías omitían esa parte.
Ellos sólo argumentaban, aún con armas de grueso calibre: “temer por su integridad”, que según ellos, puso en riesgo el conductor.
Tampoco declaraban que se tornaron ¡Agresivos!
Esa condición obligó al conductor encerrarse de inmediato en su vehículo y colocar seguros.
Las actitud los ¡Desquició!
La víctima, aún con evidente nerviosismo, nos compartió su experiencia:
—Querían bajarlo a él y a mi a cómo diera lugar.
Eran primero dos; después a petición por radio, llegaban más.
Incluso policía femenil que intervenía para someter y bajar a la mujer acompañante.
El temor era ¡Mayúsculo! No sabían hasta dónde podrían llegar.
Todo se tornó violento.
—Oí un impacto de bala del lado del conducto y creí que también me iban a disparar.
Gritaba desesperada.
Un policía nos había disparado.
La bala le entro por el lado izquierdo a la altura de la oreja.
Él, igual que Octavio, instintivamente se llevó la mano a la oreja, nos explica.
—Se voltea y balbucea: “¡Éste cabrón ya me mató!”
El chofer y su copiloto no sabían la magnitud de la lesión.
Emanaba sangre.
—Pensamos en la muerte. La gravedad de la herida, era porwue se ubicaba arriba de la nuca.
Estábamos muy nerviosos y asustados.
Había urgencia de recibir ayuda, y los policías, sólo querían detenernos y falseaba los hechos.
Fueron momentos de ¡Pánico!
¡Nadie! Nos brindaba auxilio. Ya herido alcanzó a llamar al 911
Yo a un familiar, al que le di mi ubicación exacta.
Les bloquearon las salidas con patrullas.
Después ni la ambulancia podía salir del lugar.
Llegaba una de urgencias de empresa privada y la del ERUM
En acto desesperado para pedir atención médica, ella decidió bajar de la unidad y la ¡Sometieron!, la ¡Esposaron!
Después la llevaron calles adelante, lejos de su acompañante.
Él seguía encerrado en el vehículo, diciendo que saldría, hasta ver que ella estuviera bien.
Llegaron medios de comunicación y sólo así, le quitaron las esposas.
Sin embargo, aún la tenían bajo su mando, ¡Sometida!
Antes, le habían propinado jalones de cabellos, golpes, patadas e insultos.
Las policías mostraban prepotencia y abuso.
Los policías agredieron hasta reporteros y camarógrafos que grababan los hechos, como lo evidenció TV Azteca.
En un acto desesperado, y ante el descuido del policía, ella corrió y pidió nuevamente auxilio.
Vio que el conductor ya era atendido en la ambulancia y se subió intempestivamente.
La policía trató de bajarla, sin lograrlo y se aferra para irse con su acompañante.
Sube un policía, los custodia y advierte: “van en calidad de ¡Detenidos!”.
Ahora, él convalece en un hospital del IMSS, donde no cesa el acoso policiaco de la fiscalía, con apoyo de la trabajadora social del nosocomio de zona 2-A Troncoso, que le adviertió:
“Si no declara, no se va de alta”.
con información de latitud megalópolis