Sufrieron migrantes del sur de Asia robo de salarios durante pandemia

Manila, 22 feb (Prensa Latina) Trabajadores migrantes del sur de Asia sufrieron robo de salarios por unos 25 millones de dólares tras verse afectados por la pandemia de Covid-19 en países de Oriente Medio, reveló hoy aquí un informe oficial.


El Foro de Migrantes en Asia, con sede en esta capital, denunció que entre junio de 2020 y diciembre de 2021 más de tres mil 100 trabajadores de India, Indonesia, Bangladesh, Nepal y Filipinas fueron privados de sus sueldos.


La investigación, de conjunto con un sitio web dedicado a la campaña Justicie para el robo salarial, calcula que cada trabajador dejó de percibir una media mínima de siete mil 217 dólares durante el periodo de 14 meses.


En términos económicos y judiciales, el robo de salarios se refiere a las infracciones salariales y de prestaciones cometidas por los empleadores y las agencias de contratación.


De los afectados, los más perjudicados fueron 745 trabajadores de la India, que perdieron de las cuotas más de 16,3 millones de dólares.


Según el Foro, esto último podría explicarse por el gran número de casos colectivos que implican patrones de robo de salarios a largo plazo.


Añade el reporte que en toda la región, la construcción fue el sector más notorio por no dar a los trabajadores sus cuotas.


Los emigrantes, de los que se dependía como contribuyentes a su economía y entorno social, regresan con las manos vacías, indicó el Foro en referencia al desdén de las autoridades en sus países de origen.


La pesquisa reveló que los procedimientos de repatriación se llevaron a cabo de forma apresurada tanto por los países de origen como de destino, sin ningún mecanismo de reparación adecuado.


Por último, la entidad afirmó que las cifras sólo revelan una parte del problema, pues otras decenas de casos «no se denuncian y son invisibles por falta de documentación».   

Para remediar este problema, los estados deben responsabilizar a los empleadores del sector privado por el robo de salarios, los despidos arbitrarios y las tácticas coercitivas o de represalia, concluye el informe.