Persisten en EE.UU. investigaciones sobre asalto al Capitolio

Washington, 2 mar (Prensa Latina) Las investigaciones sobre el asalto al Capitolio de Estados Unidos por parte de simpatizantes del expresidente Donald Trump continúan hoy tanto en el ámbito judicial como en el Congreso, donde se emitieron nuevas citaciones.


El comité de la Cámara de Representantes a cargo de la pesquisa sobre los sucesos del 6 de enero de 2021 llamó a declarar a Cleta Mitchell, abogada que ayudó al exmandatario a presentar una demanda para impugnar los resultados de las elecciones de Georgia.


También convocaron a otras cinco personas relacionadas con el exgobernante, a las que acusan de promover afirmaciones infundadas de fraude electoral y promover acciones para deshacer la derrota del magnate en las presidenciales de noviembre de 2020.


Paralelamente, este martes prosigue el proceso de selección del jurado para el primer juicio de uno de los centenares de participantes en los disturbios de aquella jornada, calificada por muchos como un día oscuro para la democracia estadounidense.


Guy Wesley Reffitt, un residente de Texas y miembro de la organización de extrema derecha Three Percenters, será el primer juzgado por llevar una pistola e interferir en la labor de los guardias de seguridad de la sede del legislativo.


Ese caso podría marcar la pauta para las más de 700 personas que esperan procesos judiciales similares por alterar el orden público, agredir a la policía y conspiración, mientras que otros 100 ya fueron sentenciados debido a acuerdos previos de culpabilidad con la fiscalía.


El 6 de enero de 2021, cerca de 10 mil simpatizantes de Trump marcharon hacia el Capitolio y unos 800 irrumpieron violentamente en la sede del legislativo para impedir la certificación de la victoria del demócrata Joe Biden.


Aunque el propio exjefe de la Casa Blanca expresó que los sublevados iban desarmados, las imágenes recopiladas demuestran lo contrario: la mayoría portaban hachas, bates de béisbol, palos de hockey y otros artefactos.


Durante el asalto, alentado por los insistentes reclamos del entonces ocupante del Despacho Oval sobre un presunto fraude electoral, murieron cinco personas, entre ellas, un oficial de seguridad del complejo.