Washington, 10 jun (Prensa Latina) Los estadounidenses miran hoy con preocupación el alza de los precios al consumo, que aumentaron en un 8,6 por ciento en mayo con respecto al año anterior, una inflación que pareciera imposible de contener.
De acuerdo con el canal de noticias NBC News, el índice que contabiliza el coste de una cesta de alimentos básicos mes a mes subió un uno por ciento en mayo, frente al aumento de 0,3 en abril.
«Estos números son una señal de que la inflación sigue al rojo vivo», resaltó el canal y agregó que, en comparación con hace un año, esta cifra es la más alta registrada desde 1981.
Por su parte, la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, siglas en inglés), en su más reciente informe, reflejó que la economía estadounidense sigue en crisis debido en gran parte al aumento del coste de la gasolina y los alimentos.
Los precios de la energía se dispararon un 34,6 por ciento en comparación con mayo de 2021, mientras que el valor de productos alimenticios se incrementó en un 10,1, las tarifas aéreas (37,8) y los vehículos nuevos, en un 12,6 por ciento.
De acuerdo con la BLS, el galón de gasolina está a punto de alcanzar una media nacional de cinco dólares, un hito que ocurre en un momento en que los estadounidenses planean sus vacaciones de verano y viajes por carretera.
Ante la incógnita de cuándo comenzará a bajar la inflación, el vicepresidente y analista financiero jefe del sitio web de finanzas Bankrate.com, Greg McBride, afirmó que no será pronto.
Harán falta muchos meses de lecturas de precios más moderadas para que baje de forma significativa, escribió McBride en un artículo publicado en el portal esta semana, en el que adelantó que «es posible que no bajemos mucho del seis por ciento antes de fin de año».