La Habana, 6 jul (Prensa Latina) El bar-restaurante Floridita de La Habana cumple hoy 205 años de abrir sus puertas con creciente reclamo por conocerlo de parte de viajeros de todo el mundo.
Se trata no solo del interés en llegar a ese lugar, sino de tener un conocimiento sobre el establecimiento de fama mundial.
Conocido como La Piña de Plata en sus orígenes, el espacio abrió el 6 de julio de 1817 (205 años).
Esa celebridad se apoya en variados elementos, sobre todo la calidad del servicio, y la visita de viajeros de los cinco continentes, cuando la revista estadounidenses Esquire lo incluyó en 1953 entre los siete bares más famosos del orbe.
Cuenta con novedades, entre ellas un concurso nombrado El Rey del Daiquiri que en su versión de 2012 tuvo a muchos cantineros cubanos y a procedentes de las franquicias de este establecimiento en el Reino Unido, España y México.
En el Floridita laboran 55 empleados, entre ellos 18 mujeres, y llegó a contar con dos ganadores del concurso Habanosommelier internacional (maridaje de bebidas, comidas y habanos), Zudlay Nápoles y Orlando Blanco, este último maître de la casa.
Este también es un restaurante de celebridades, pues por sus salones, especializados en mariscos y con una buena carta de habanos, pasaron Paco Rabanne, Naomi Campbell, Matt Dillon, Kate Mosse, Dany Glober, Jack Nicholson, Fito Páez y Jean Paul Belmondo, entre otros.
El Daiquirí es el trago líder del lugar con una interesante receta a base de jugo de media lima, una cucharada de azúcar blanca, cinco gotas de licor marrasquino, una y media onza de ron añejo tres años Havana Club y hielo molido.
Ubicado en el número 557 de la Calle Obispo, a las puertas de La Habana Vieja, constituye sitio sumamente visitado y atractivo para los viajeros.
Esta fiesta de la culinaria perenne tiene un constante homenaje al escritor estadounidense Ernest Hemingway (1899-1961), quien en su momento tuvo prácticamente comandancia en una esquina de la barra de dicho establecimiento.
Hemingway, quien bebía grandes cantidades de este trago (Daiquirí) vivió en la isla por más de 20 años, de ahí que tiene una escultura en bronce en el mismo lugar donde se acodaba en vida.
El Daiquiri es una leyenda. Sobre su aparición existen diversas versiones, una de ellas, le sitúa desde principios del siglo XX por el ingeniero Pagliuchi, capitán del ejército libertador cubano (guerra contra el colonialismo español), en la mina de hierro de Daiquirí.
En ese lugar de la oriental ciudad de Santiago de Cuba, el militar tuvo una entrevista con su colega estadounidense Jennings S. Cox, y como en la despensa del norteño no encontró más que Gin o Vermouth, ron, azúcar y limón, mezcló algunos ingredientes para mitigar la sed.
Con posterioridad, su verdadero realce ocurre en La Habana, atribuible al cantinero Emilio González, conocido como Maragato, de origen español. Pero su realce fue de la mano del hispano Constantino Ribalaigua Veri (Constante), precisamente en el Floridita.