Los bares de la colonia Roma, Santa Fe y Bosques de las Lomas en la Ciudad de México, están en la mira de las autoridades capitalinas, debido a que se han convertido en una zona de tolerancia para la delincuencia común que ha sido cooptada por la organización criminal la Unión Tepito.
Diversas denuncias que datan desde el 2011, señala que un grupo de meseros, cadeneros, barmanes, vendedores de hamburguesas y taxistas de aplicación protegidos por una organización criminal que regentea la zona (Unión Tepito), utilizan diversas drogas para cometer sus ilícitos contra los clientes de estos centros nocturnos.
El modo de operar de estos delincuentes, es utilizar sustancias psicoactivas que son incoloras e inodoras que se derivan de plantas o medicamentos que se pueden administrar vía oral o cutánea y que no dejan huella en el organismo de las personas que las han ingerido sin darse cuenta.
Grupo Imagen entrevistó a dos víctimas de esta organización criminal, dedicada al robo, secuestro, secuestro exprés, extorsión y violación, quién identificadas y entrevistadas de frente, solicitaron omitir su nombre e imagen para evitar represalias de los delincuentes.
Sandra y Casandra, en distintas fechas acudieron al Café Paraíso y Bar Janis, en la colonia Roma.
Para Sandra, una salida con sus amigos, se convirtió en un martirio al darse cuenta de las diversas irregularidades en sus cuentas bancarias tres días después de haber visitado Café Paraíso.
“Salí una noche con unos amigos; estuvimos ahí 4 o 5 horas, después salimos juntos, éramos como nueve personas. Salimos, comimos algo ahí afuera y cada quien pidió su Uber. Me subí a mi Uber y llegué a mi casa, tres días después me di cuenta que tenía cargos desconocidos en mi tarjeta y que había llegado dos horas después de cuando me subí al coche”.
Sandra, de escasos 25 años, indicó que tres horas de su vida fueron borradas de su memoria. En ese lapso pago con tarjeta de crédito 15 mil pesos, el servicio de un laboratorio clínico y una consulta ginecológica, servicio que no necesitaba y en una clínica que, hasta el momento, desconoce, dónde está.
“Fui a un lugar que se llama Café Paraíso. Es un lugar que frecuentaba; en el ministerio me dijeron que había varias denuncias de ese mismo lugar, que les pasaba afuera de ese mismo lugar y que habían sido casi puros hombres, que era muy raro que fuera una mujer, no saben, si porque las mujeres no denuncian o porque era de las pocas mujeres a las que les pasa”.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía capitalina, una de las principales drogas ahí utilizadas, es conocida como burundanga o escopolamina.
Esta droga natural, deriva de las diferentes especies de Datura (stramonium —chamico—, innoxia) contiene principalmente, escopolamina y, en menor cantidad, hiosciamina.
Aquella se presenta en concentraciones suficientes para ejercer efectos psicotrópicos en las raíces, hojas y semillas de las Daturas.
El polvo deshidratado, se puede administrar en un periódico, una servilleta, un billete en la ropa o en las pulseras de los centros nocturnos; al tener contacto se impregna en la piel y con la transpiración natural se mezcla con la sangre, teniendo un efecto de 5 a 10 minutos.
Se puede aplicar en un beso, oliendo un pañuelo, un soplido o en dulces, refrescos, café, licor, cigarro o agua.
Especialistas del Instituto para la Atención de las Adicciones en la Ciudad de México (IAPA) señalan que la droga no deja rastros en el cuerpo, aunque se realice un antidoping.
Para el abogado José Rojas, de Rojas & Salem Abogados, a pesar de las múltiples denuncias interpuestas, algunas no proceden debido a que no hay un delito específico en el Código de Procedimientos Penales Federal y de los estados.
“La problemática de la escopolamina es que no existe dentro de nuestro elemento legal un tipo penal”.
La forma de delinquir es conocida como sumisión química, debido a que las víctimas ceden a las indicaciones de los delincuentes, sin oponerse.
Casandra es otra víctima.
Al salir del bar Janis abordó un taxi de aplicación, le dieron una pequeña botella de agua que ingirió y el único recuerdo que tiene es haber bebido agua.
Horas después la encontraron tirada a un costado de un vehículo estacionado en avenida Alta Tensión.
“Me acuerdo ligeramente cuando estaba adentro del coche. Hasta el otro día me encontraron”.
Los delincuentes utilizan estas sustancias para cometer homicidios, desaparición de personas, secuestro, tráfico de personas, pero la utilizan más para abuso sexual, robo y extorsión.
“Todo parece indicar que es una sustancia nueva, te vulnera hasta el grado que puedes soltar mucha información, no recuerdas nada y de lo que hemos tratado de recordar o investigar indica que no hay ningún recuerdo de esas dos horas”, narró Casandra.
Hasta el momento, las denuncias no han mostrado indicio de droga en la sangre de las víctimas, tampoco abuso sexual; debido a que se procede a denunciar de tres a cinco días, cuando se dan cuenta de cargos “extraños” en sus cuentas bancarias.