Por Fausto Triana
Madrid, 109 feb (Prensa Latina) Frente a un sorprendente equipo de Arabia Saudita, Al-Hilal, el Real Madrid parece tomarse hoy muy en serio la final de mañana sábado del Mundialito de Clubes en Rabat, Marruecos.
Al punto de que una competición generalmente considerada menor, hizo que el técnico de los merengues, el italiano Carlo Ancelotti, convocará a los lesionados Karim Benzema y Eder Militao.
Ni el delantero francés ni el central brasileño son cartas seguras para el encuentro, pero desde el punto de vista psicológico son bazas importantes del elenco e inspiran respeto al contrincante.
El Al-Hilal se impuso en semifinales al Flamengo, de Brasil, con lo cual desbarató el habitual duelo Europa-Sudamérica que caracteriza a estos torneos, en los cuales el Real Madrid ha conquistado ocho cetros.
Ancelotti reconoció en estos días que la presencia de Al-Hilal demuestra que «el fútbol está cambiando», y la reflexión trajo de vuelta el recuerdo fresco de Marruecos entre los cuatro grandes de la Copa Mundial de Qatar.
El cuadro saudí es dirigido por el argentino Ramón Díaz e incluye a varios integrantes de la selección árabe que derrotó a la selección albiceleste en Qatar 2-1 en noviembre pasado.
Precisamente, dos de los héroes de la escuadra de Arabia Saudita que anotaron ante Argentina, Salem Aldawsari y Saleh Alshehri, integran el actual Al-Hilal.
Aldawsari fue autor de dos tantos decisivos el pasado martes en Tanger de los tres de su equipo ante el Flamengo.
Para evitar situaciones inesperadas y desagradables, la «casa blanca» apuesta por lo mejor de su plantilla, si bien ni Benzema ni Militao están en óptima forma y su arquero titular, el belga Thibaut Courtois es baja por lesión.
El miércoles pasado, el Real Madrid apagó el fuego de sus malos resultados recientes con una victoria contundente 4-1 frente al Al-Ahly, de Egipto, sin brillar particularmente.
Los merengues superaron al actual monarca africano con goles de los brasileños Vinicius Junior y Rodrygo, el uruguayo Fede Valverde, y el juvenil canterano Sergio Arribas.
Lo más importante fue el juego distendido e incisivo de Vinicius, que sin los gritos racistas que recibe en LaLiga de España, ni la seguidilla de faltas de sus contrincantes, se convirtió en el MVP del partido, con un gol de bella factura.
Si bien conquistar el Mundialito de Clubes no es un trofeo extraordinario, la distancia de ocho puntos respecto al Barcelona en LaLiga, y el revés en la Supercopa de España reclaman a los merengues un título.
Las principales dudas en torno a alineación de mañana sábado apuntan al mediocampo. Repetir con los veteranos Toni Kroos y Luka Modric, junto con Aureliane Tchoaumeni, o dar entrada al ascendente Dani Ceballos.