La Habana (Prensa Latina) Si bien los sondeos evidencian poco entusiasmo de los estadounidenses sobre una revancha del presidente Joe Biden y su antecesor, Donald Trump, en las elecciones de 2024, parece ser este el escenario que se presenta.
Por Deisy Francis Mexidor
Jefa de la Redacción Norteamérica
El demócrata y el republicano parecen ser las cartas de los dos principales partidos que se alternan el poder en una contienda pautada el próximo año por un contexto de polarización política que, para algunos expertos, no tiene precedentes.
Recientemente miembros del círculo cercano al mandatario demócrata llegaron a la conclusión de que ya no era útil ni necesario «evitar decir simplemente lo obvio: se postulará».
Fue así como en un video publicado en Twitter el 25 de abril, Biden anunció las intenciones de asumir el reto de un segundo mandato.
«Terminemos el trabajo», dijo al pedir la defensa de valores como la democracia y los derechos civiles, cuestiones estas muchas veces vulneradas en el norteño país.
Tal vez por esa razón el audiovisual de arrancada muestra imágenes del ataque al Capitolio el 6 de enero de 2021 por cientos de simpatizantes de Trump (2017-2021), decididos entonces a frenar en el Congreso la certificación de la victoria electoral de Biden, de noviembre de 2020.
La violencia de aquel episodio -considerado el peor ataque a la democracia de Estados Unidos- dejó un rastro de cinco muertos, más de 140 policías heridos y casi un millar de arrestos.
«Cuando me postulé para presidente hace cuatro años, dije que estábamos en una batalla por el alma de Estados Unidos y todavía lo estamos», expresó Biden al subrayar que no es momento para ser complaciente.
En el video expone todas las amenazas a las libertades que impulsan las plataformas republicanas, mientras promete enfrentar los esfuerzos conservadores por limitar derechos fundamentales como el aborto o el voto, prohibir libros y recortar programas sociales.
El gobernante, quien mantendrá como su compañera de fórmula a Kamala Harris, nombró a Julie Chávez, asesora principal y directora de la Oficina de Asuntos Intergubernamentales de la mansión ejecutiva, como su jefa de campaña.
Chávez fue subdirectora en esas lides durante la campaña de Biden-Harris en 2020.
EDAD Y LAPSUS
Biden dio el pistoletazo de arrancada tras meses alegando que no estaba preparado para el anuncio, al tiempo que continuaban alimentándose las interrogantes en cuanto a su edad y salud mental.
No faltaron los reportes de prensa que insistieron en los frecuentes lapsus del Presidente 46 que provocan la inmediata respuesta de la Casa Blanca para corregir errores.
Uno de los incidentes más recientes ocurrió durante uno de los discursos del gobernante en su viaje a Irlanda, donde al tratar de destacar sus raíces confundió a los All Blacks, el apodo con el cual se conoce la selección de rugby de Nueva Zelanda, con los Black and Tans, una fuerza paramilitar que existió allí décadas atrás.
Según dijo, su primo lejano Rob Kearney jugó con un equipo de rugby irlandés que «venció a los Black and Tans» cuando en realidad se refería a los All Blacks.
En febrero último, Biden se despidió con un tropezón que lo hizo caer mientras subía las escalerillas del avión presidencial que lo conduciría, al término de su visita a Polonia, de regreso a Estados Unidos.
Pero en marzo de 2021, tuvo un traspié dos veces cuando intentaba salir hacia Georgia y en mayo del año pasado pareció perder brevemente el equilibrio mientras subía los escalones del Air Force One en la Base Andrews de la Fuerza Aérea para volar rumbo a Illinois.
También se cayó de una bicicleta en mayo pasado, cuando realizaba un paseo por la playa y no es un secreto las veces en que suele confundir nombres y personas y queda aparentemente desorientado, como ocurrió en marzo de 2021, casi al inicio de su presidencia, cuando en un discurso en Texas se preguntó «¿Qué estoy haciendo aquí?».
Biden es el ocupante del Despacho Oval más longevo en la historia de Estados Unidos y uno de los cuestionamientos de críticos, adversarios políticos y hasta simpatizantes de su partido es este tema, pues en caso de un cara a cara con Trump, de 76 años, en el que resulte de nuevo ganador, asumiría un segundo mandato en enero de 2025 con 82 años cumplidos.
No obstante, su médico, Kevin Oâ€ÖConnor, advirtió en febrero que «el presidente Biden es un hombre de 80 años saludable, vigoroso y apto para ejercer con éxito las labores de la presidencia, incluidas las tareas de jefe del Ejecutivo, jefe de Estado y comandante en jefe».
LOS NÚMEROS, ¿CUENTAN?
Una fuerte apuesta será para el octogenario presidente emprender la carrera por repetir en el puesto.
Llegó Biden a las elecciones intermedias de noviembre de 2022 con índices de aprobación totalmente en picada después que terminaran, a mediados de 2021, los primeros 100 días de su gobierno, una etapa a la que suelen llamar luna de miel.
Hacia finales de agosto del propio año, luego de ordenar la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, le llovieron críticas por lo que calificaron de caótico repliegue.
A ello le siguieron los problemas con la economía, la incertidumbre de una recesión y el tema inflacionario que alcanzó cifras récord al compararlas con las últimas cuatro décadas.
No obstante, los demócratas obtuvieron mejores resultados de lo esperado en las elecciones legislativas de noviembre y no sobrevino la pronosticada «ola roja» republicana con la cual se harían con el dominio en las dos cámaras del Congreso.
Los demócratas, como expresara el documentalista Michael Moore, «detuvieron la marea roja» al retener el control en el Senado, aunque cedieron en la Cámara de Representantes, cuya ajustada mayoría está en poder de los republicanos.
Las encuestas estiman que en lo adelante habría que ver cómo responden los estadounidenses al nuevo ciclo electoral cuando ya reflejan signos de apatía.
Buena parte de los votantes muestra una evidente falta de apetito hacia la postulación de Biden (70 por ciento) y el eventual retorno de Trump a la Casa Blanca (60 por ciento).
Un sondeo de NBC News reveló incluso que el 30 por ciento de quienes plantean su oposición a Trump citan los cargos penales a los que se enfrenta el magnate en Nueva York como una razón «importante».
El 48 por ciento de quienes no apoyan que el actual mandatario opte por un segundo periodo argumentan el tema de la edad como el elemento esencial.
Los últimos resultados coinciden con otros tanteos que arrojan un escaso entusiasmo por Trump o Biden en una supuesta revancha en 2024.
Hace poco el republicano, quien lanzó su campaña el pasado 15 de noviembre, dudó que Biden llegara a entrar en esta carrera. «Hay algo que no está bien», señaló el expresidente a la NBC.
Hasta ahora Trump, pese a sus líos con la justicia, continúa alardeando de que no abandonará su campaña por ninguna razón legal, pese a que alrededor suyo se mueve un conjunto de investigaciones federales, estatales y del Congreso sin precedentes.
Una corte en Manhattan lo acusó el pasado 4 de abril de 34 delitos graves en relación con los pagos de dinero por el silencio de la actriz de cine para adultos Stormy Daniels, con el objetivo de encubrir una supuesta aventura extramatrimonial que fue revelada en momentos de su campaña presidencial de 2016.
Y justo el 25 de abril arrancó otro juicio civil a Trump, en el que también en un tribunal de Nueva York se le acusa de violar a la escritora E. Jean Carroll a mediados de la década de 1990, aunque es poco probable que comparezca en la corte federal de Manhattan.
DE UNO Y OTRO LADO
El anuncio de Biden encuentra un campo que también intentan explorar otros demócratas como la autora de libros de autoayuda Marianne Williamson y el abogado ambientalista y activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., un hombre con apellido connotado en la historia política estadounidense, reseñó la CNN.
Kennedy, de 69 años, es sobrino del asesinado presidente John F. Kennedy (1963) e hijo de Robert F. Kennedy, exsecretario de Justicia de Estados Unidos y candidato presidencial, fallecido en 1968 también de forma violenta.
Entretanto, Williamson, de 70 años, se vinculó al mundo de la política en 2014, cuando se postuló sin éxito como candidata independiente para representar a California en la Cámara Baja.
Luego, en 2019, compitió por la nominación a la candidatura demócrata para las presidenciales de 2020, pero abandonó la contienda por falta de apoyo.
Por los republicanos trata de hacerle sombra a Trump, de 76 años, la exgobernadora de Carolina del Sur y exembajadora ante la ONU Nikki Haley (51).
También quieren la nominación del Partido Republicano el empresario Vivek Ramaswamy (37 años), el exgobernador de Arkansas Asa Hutchinson (72), el locutor de radio Larry Elder (70) y Tim Scott (57), senador por Carolina del Sur, que ya creó un comité exploratorio.
Por su parte, el ex vicepresidente Mike Pence (63) todavía mantiene el suspenso y el exsecretario de Estado Mike Pompeo (2018-2021) se retiró porque consideró que no es su momento.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis (44), sigue sin dar el paso oficial hacia la campaña, aunque expertos lo señalan como el rival más fuerte para Trump en la eventual lucha por ganar el cupo en la boleta presidencial el próximo año.
Sin embargo, las propias encuestas dan a Trump -sin importar sus problemas con la justicia- una ventaja de casi 15 puntos sobre DeSantis, mientras su base electoral sigue inamovible.
Biden venció a Trump en noviembre de 2020 con 306 votos electorales frente a los 232 que logró su adversario, y también se llevó el voto popular por más de siete millones de papeletas.
Ahora, cuando ya comienzan a dar vueltas las bolas de cristal de cara a 2024, hay quienes se aventuran a dar por segura la revancha Biden-Trump e incluso a este último le atribuyen una hipotética victoria.