Por Luis Beatón
San Salvador, 11 jun (Prensa Latina) El Salvador avanza entre el mito o la realidad hacia lo que pudiera ser una moneda del futuro, el bitcóin, destacó hoy Max Keiser, presidente ejecutivo de la empresa Volcano Energy.
En una entrevista que publica el Diario El Salvador, el economista toca un tema que para muchos salvadoreños es una política fracasada entre otras que se atribuyen al actual gobierno.
En el Salvador hablar del bitcóin, la moneda de curso legal hija adoptiva del presidente Nayib Bukele, es una moda, es un término generalizado de algo que existe de forma virtual y que ahora, y desde sus inicios, se vinculó a la energía geotérmica.
Keiser, un estadounidense nacido en Nueva Rochele, Nueva York, y también ciudadano salvadoreño, uno de los premios de Bukele a los que inviertan en la minería del Bitcóin, dice que El Salvador tendrá el proyecto de minería de esa «moneda» más grande del mundo.
El lunes de la semana que concluyó un grupo de empresarios anunció la creación de Volcano Energy, un proyecto privado de minería bitcóin, el cual será alimentado con un parque de generación de energía renovable de 241 megavatios (MW) en el caserío El Shiste, municipio de Metapán, Santa Ana.
La noticia pasó sin penas ni glorias, opacada por el ambiente político creado tras la propuesta de Bukele de disminuir los municipios de 262 a 44 y los diputados de 84 a 60, sin embargo, despierta nuevas interrogantes sobre esa «moneda» que no se ve ni se puede tocar.
En sus declaraciones Keiser comparte detalles de la ejecución de la inversión en el país, la cual en una primera fase consta de 250 millones de dólares, pero con una proyección de alcanzar los mil millones.
El capital inicial de 250 millones irá en la ruta hacia la energía geotérmica, y mientras se llega a eso primero se trabajará con energía eólica y solar. La infraestructura ya se encuentra en Metapán, está todo ensamblado, hemos estado construyendo activamente, indicó. O sea, ya hay una inversión en energía que potenciará la otra en geotermia.
Para llegar al proyecto geotérmico, tomaría cuatro o cinco años para hacerlo funcionar. Mientras tanto, el proyecto solar y eólico estará construido y debería estar operando dentro de seis a nueve meses, adelantó el economista estadounidense y excorredor en la bolsa,
La idea de que El Salvador sea un gran centro de minería permite generar empleos en el área, subir el producto interno bruto y beneficia al país, explicó el estadounidense.
Ahora hay que esperar que del mito se llegue a la realidad y con el beneficio de las nuevas leyes del presidente Bukele, como hacer que bitcóin sea de curso legal, «tenemos la capacidad de liderar el mundo y, se podría decir, convertirnos en el país más rico del mundo», señaló Keiser.
La misión de Volcano Energy, dijo, es hacer de El Salvador la nación más rica de la tierra. Bitcóin es el nuevo petróleo y El Salvador será la Arabia Saudita de bitcóin, aseguró.
Entusiasmo y optimismo reflejan las palabras del experto bitcoiner, y más cuando predice que para 2030, la capitalización de mercado de Volcano Energy y el PIB (Producto Interno Bruto) de El Salvador llegará a los 29 mil millones.
Esto a medida que expanden la minería geotérmica y el precio de bitcóin se dispare a un millón por moneda. Es una certeza matemática, sostuvo.
Este país, puntualizó, estará libre de deuda en 2030 con bitcóin y la minería de este medio de pago con geotermia, algo de lo que algunos dudan, no obstante a que la fuente principal con el tiempo será dicha fuente de energía, y el país es rico en ello y utilizaremos este recurso.
Así van las proyecciones en un plan que se debate entre el mito y la realidad, y que los grandes bancos y renombrados economistas mundiales, incluso premios Nobel, extrañamente, critican y descartan como alternativas para el mundo.