Quito, 1 sep (Prensa Latina) La creciente inseguridad, con robos, extorsiones y ahora atentados con choques bomba golpea hoy a la economía de la capital ecuatoriana.
Para el Máster en economía de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), Pedro Romero, la delincuencia genera una escalada de acciones en la que los clientes deciden no salir o salir menos, evitar sitios muy distantes de su domicilio y posponer decisiones de compra e inversión.
En declaraciones al diario local La Hora, Romero explicó que esta situación hace que los negocios vendan menos, compren menos a sus proveedores e incluso pidan menos créditos por la incertidumbre.
«Si tú no estás seguro de que tu empleo va a permanecer o de que tu negocio va a permanecer, así te llamen para darte el crédito que estabas buscando desde hace tiempo, lo más probable es que prefieras no hacer nuevas inversiones o ampliaciones», dijo.
Romero comentó al medio de prensa que el próximo Gobierno en Ecuador debe tomar medidas radicales. Todos los esfuerzos tienen que apuntar a cortar uno de los principales caldos de cultivo de la delincuencia, la falta de oportunidades laborales, advirtió.
Datos de la Asociación de Bancos Privados (Asobanca), revelaron que entre enero y julio de 2023, los sectores productivos y los ciudadanos de la urbe quiteña pidieron más de seis millones de dólares en créditos, lo que significó, según esa organización, un 89,2 millones de dólares menos que los registrados en igual periodo de 2022.
La crisis de inseguridad escala cada día en todo el territorio nacional donde, a 45 días de los comicios presidenciales, se registran coches bomba, motines carcelarios y un Gobierno acusado de saber sobre planes contra el excandidato asesinado Fernando Villavicencio.
Los acontecimientos mencionados tienen lugar mientras rige un estado de excepción, decretado por el presidente, Guillermo Lasso, en Ecuador, país que en 2022 vivió el año más violento de su historia con más cuatro mil 500 homicidios intencionales, y el 2023 se perfila aún peor.
El escenario en el país andino se vuelve cada vez más turbio a las puertas de la segunda vuelta electoral del venidero 15 de octubre, cuando los ciudadanos irán a las urnas a elegir presidente entre la candidata de la Revolución Ciudadana, Luisa González, y Daniel Noboa, de la alianza Acción Democrática Nacional.