Madrid, 12 sep (Prensa Latina) El Gobierno en funciones de España confirmó hoy en su Consejo de Ministros la retirada de la Gran Cruz al Mérito Militar al dictador chileno Augusto Pinochet.
La condecoración fue otorgada en 1975 por el entonces también dictador español, Francisco Franco, justo en los momentos de represión más sangrienta de la junta militar chilena liderada por Pinochet.
Este martes, la ministra portavoz en funciones, Isabel Rodríguez, ratificó la noticia que había sido anunciada ayer por el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez.
Es un avance en los valores democráticos, derechos y libertades, evitando que se prolonguen y que tengan vigencia dentro del ordenamiento jurídico español, destacó el Gobierno de izquierdas.
Sánchez, en sus redes sociales escribió este lunes que «hace 50 años, la democracia chilena fue víctima de un ataque brutal que estremeció al mundo. Hoy, 11 de septiembre, es la hora de reparar una injusticia histórica».
El presidente de Chile, Gabriel Boric, al valorar el gesto de la administración española apuntó: «Gracias, presidente Sánchez. Por la memoria y la justicia, pero sobre todo por el futuro, para que nunca más».
Las heridas siguen abiertas sobre los desmanes de la dictadura pinochetista, sin saberse la suerte de más de tres mil detenidos desaparecidos y el destino final de unas 40 mil víctimas.
En las últimas horas, Izquierda Unida (IU) de España anunció un manifiesto en recordación al 50 aniversario del golpe de estado en Chile, también como advertencia sobre ataques a gobiernos progresistas.
IU es el principal promotor de un documento que ya firmaron más de 60 personalidades internacionales y organizaciones, en apoyo absoluto a preservar las conquistas de la democracia y a impedir el avance de la ultraderecha en el mundo.
Este lunes 11 de septiembre se cumplen 50 años del golpe a la democracia en Chile, cuando se truncó la primera elección de un proyecto socialista mediante el voto popular con el asesinato del presidente Salvador Allende, detalló el texto.
Al mismo tiempo, consideró que si bien existen progresos en Chile y otros estados de América Latina, «notamos con extrema preocupación que los gobiernos democráticos que intentan llevar a cabo proyectos de igualdad y defensa de la mayoría social, siguen siendo objeto de ataques».