Tel Aviv, 8 oct (Prensa Latina) Políticos, legisladores y amplios sectores de la prensa israelí reclamaron hoy un ataque militar terrestre contra la populosa Franja de Gaza para destruir al Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas).
Es hora que destruyamos a Hamas, afirmó el ex primer ministro Naftali Bennett durante una entrevista con la televisora estadounidense Fox News.
En similares términos se expresó Avigdor Lieberman, parlamentario y dirigente del partido derechista Yisrael Beiteinu.
Si el jefe del Gabinete, Benjamin Netanyahu, y el ministro de Defensa, Yoav Gallant, anuncian que eliminarán a Hamas y sus líderes, me uniría a un gobierno de unidad nacional de emergencia sin condiciones previas, expresó Lieberman, conocido por sus posturas antipalestinas.
En otros comentarios ayer en la red social X (antes Twitter) Lieberman, quien ocupó la cartera de Defensa, reconoció que una operación militar en ese enclave costero es peligrosa.
Sin embargo, instó a limpiar ese territorio para que «ninguno de los líderes de Hamás quede vivo».
Por su parte, el parlamentario de extrema derecha Almog Cohen llamó a «exigir el pago con sangre» tras el ataque de Hamas.
No debe haber contención ni restricción. Lo he dicho siempre y lo repito: debemos colapsar a Hamas, subrayó.
También el diario Israel Hayom abogó por un ataque «sin proporcionalidad y sin piedad» porque deberíamos «devolver Gaza a la Edad de Piedra».
El Estado debe prohibir completamente la pesca, exigir que Egipto cierre el cruce fronterizo de Rafah y detener inmediatamente todos los suministros a esa región, estimó.
El gabinete de seguridad israelí anunció este domingo la declaración oficial del «estado de guerra», que abre las puertas a una ofensiva a gran escalada contra la Franja de Gaza y Hamas.
La decisión se aprobó tras la operación de Hamas ayer, cuyo brazo armado, las Brigadas Al Qassam, lanzaron miles de cohetes contra el país y luego iniciaron una ofensiva terrestre que tomó por total sorpresa al Ejército y a los estamentos de seguridad.
El Ministerio de Salud israelí reportó más de 600 muertos y unos dos mil heridos, de ese número, el Ejército admitió 44 bajas mortales y la Policía 16.
Tras el ataque, Israel lanzó una ofensiva aérea contra el enclave costero, que incluyó como objetivos edificaciones y mezquitas, lo cual provocó miles de desplazados e importantes daños materiales.
Las autoridades de salud de Gaza informaron que 313 personas murieron allí y más de mil 788 resultaron heridas, aunque la cifra es muy superior, pues Israel informó que mató a más de «400 terroristas», como califica a los milicianos.